En medio de históricas protestas populares contra las restricciones sanitarias impuestas por el Covid, la televisión estatal en China está poniéndo a prueba de manera extrema evitar mostrar imágenes de hinchas de la Copa del Mundo sin mascarillas dentro y fuera de los estadios de Qatar.
La televisión estatal se aseguró de implementar cambios a la cobertura ya desde el lunes pasado, en la victoria de Ghana sobre Corea del Sur, en lo que algunos consideraron un partido clásico de mundial, para asegurarse de que los televidentes no estuvieran expuestos a imágenes de seguidores sin barbijos y un mundo sin restricciones por el Covid.
La censura estuvo particularmente centrada en los planos cortos. En la mayoría de los lugares del mundo, los televidentes habrán visto en sus pantallas la imagen de un seguidor de Ghana celebrando sin cubrebocas, mientras la cámara se le acerca.
Después de que Mohammed Kudus marcó el gol ganador en el minuto 68, alrededor del mundo se transmitieron imágenes de fanáticos bailando y vitoreando, al igual que tomas de los ansiosos seguidores de Corea del Sur.
En China estos momentos se vivieron de una manera distinta, especialmente para los espectadores del canal de deportes de la emisora estatal, CCTV 5.
En lugar de ver a los aficionados, los espectadores chinos vieron las reacciones del seleccionador de Corea del Sur, Paulo Bento, y del técnico de Ghana, Otto Addo.
Tampoco se vieron las imágenes de los desilusionados seguidores de Corea del Sur.
Y cuando el partido se acabó, las tomas de hinchas surcoreanos llorosos con la cabeza entre las manos brillaron por su ausencia en la transmisión china.
Según la cadena británica BBC, los ejecutivos de la televisión estatal impusieron un retraso de 52 segundos para permitirse la selección y edición de imágenes antes de que las vea la audiencia. Con ello, dice un informe de la propia BBC Mundo en su portal, “han tenido cuidado de evitar transmitir imágenes de un mundo que, en gran medida, se está alejando de las restricciones por el Covid-19”.
Esta semana, las protestas contra las medidas anticovid de China llegaron a Taiwán.
Según la BBC, antes de la censura impuesta en la televisión estatal, las imágenes de aficionados en los estadios, celebrando sin máscara en escenarios abarrotados, avivaron la ira en China, donde los cierres y restricciones repentinos siguen siendo algo habitual y controvertido.
En las redes sociales chinas, usuarios se dieron cuenta de las diferencias y expresaron su frustración por la forma distinta en la que el mundo entero pareciera estar tratando al virus.
Una carta abierta que cuestionaba las políticas cero covid en China y preguntaba si era un país “en el mismo planeta” que Qatar se difundió rápidamente en la aplicación de mensajería WeChat la semana pasada, antes de que fuera censurada.
“En un lado del mundo está el carnaval que es la Copa del Mundo, en el otro están las reglas de no visitar lugares públicos durante cinco días”, escribió un usuario de la plataforma de redes sociales Weibo.
Incluso el periódico Global Times, que cuenta con respaldo estatal, ha admitido que algunos fanáticos “prefieren ver los juegos en casa con sus familias”, ya que muchas ciudades chinas siguen bajo restricciones.
Y si bien las tomas de gran angular que muestran a algunos fanáticos sin mascarilla son imposibles de evitar por completo, también es poco probable que regresen a China las imágenes de plano corto de aficionados disfrutando de la acción sin restricciones.
Gobierno
China decidió acelerar la vacunación de las personas mayores, en medio de una presencia policial masiva que impidió nuevas concentraciones.
La Comisión Nacional de Salud china se comprometió a “acelerar el aumento de la tasa de vacunación de las personas mayores de 80 años, y a seguir aumentando la tasa de vacunación de las personas de 60 a 79 años”.
Actualmente, solo el 65,8% de los habitantes de más de 80 años están plenamente vacunados, indicaron a la prensa los responsables de la Comisión Nacional de Salud, reportó la agencia de noticias AFP.
La limitada cobertura de vacunación de las personas mayores es uno de los argumentos del Gobierno para justificar su estricta política sanitaria, que se materializa en confinamientos interminables, cuarentenas a la llegada del extranjero y tests casi diarios para la población.
La mejora de las tasas de vacunación podría ofrecerle a China precisamente una vía de salida a su política de “Covid cero”.
En vigencia desde hace casi tres años, esta política fue el blanco de la ira popular en manifestaciones ocurridas el fin de semana pasado, las más extensas desde el movimiento prodemocracia de 1989, que incluye la frustración de muchos ante el sistema político chino.
Algunos pidieron incluso la dimisión del presidente Xi Jinping, recién elegido por el gobernante Partido Comunista para un tercer mandato.