La presidenta Cristina Kirchner aseguró ayer que la resolución del caso Marita Verón "indigna al país" y se pronunció a favor de avanzar en "una democratización" y un mayor "control republicano" de la Justicia.
La presidenta Cristina Kirchner aseguró ayer que la resolución del caso Marita Verón "indigna al país" y se pronunció a favor de avanzar en "una democratización" y un mayor "control republicano" de la Justicia.
Los dichos de la mandataria se hicieron eco de cientos de manifestaciones de repudio a los jueces que absolvieron a los trece acusados por el secuestro y desaparición de Marita Verón, caso emblemático de la trata de personas en el país.
El gobierno y todo el arco político e institucional así como numerosas organizaciones de derechos humanos de todo el país se volcaron a la calle ayer para objetar la decisión de los jueces que integran la Sala II de la Cámara Penal tucumana, Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano.
La madre de Marita Verón, Susana Trimarco, insistió ayer con que solicitará juicio político para el tribunal que absolvió a todos los imputados por la desaparición de su hija, en una iniciativa que cuenta con el apoyo del gobernador tucumano, José Alperovich, quien anteanoche aseveró: "Sentí vergüenza como tucumano de que no haya un responsable",.
Además, confirmó que la semana próxima se reunirá en Buenos Aires con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En Buenos Aires hubo enfrentamientos entre la policía y manifestantes que protestaron frente a la Casa de Tucumán por el fallo absolutorio.
"Control republicano". La presidenta aseguró ayer que "así como el Caso Carrasco sirvió para que reviéramos una forma de organización que teníamos en el país en materia de servicio militar, que este caso (el de Marita Verón) sirva para avanzar en una democratización y un control republicano de uno de los tres poderes del Estado".
Al encabezar un acto en Escobar, la jefa de Estado comentó que cuando escuchó el fallo "no lo podía creer", y recordó que de inmediato se comunicó con Susana Trimarco, a quien escuchó telefónicamente que "está entera" y le manifestó que "la vamos ayudar".
Advirtió que "los tres poderes debemos siempre preservar el bien común y la integralidad del Estado por encima de lo individual porque representamos el interés colectivo".
Dijo que va a "impulsar y trabajar junto al Parlamento en un proceso de democratización" y reclamó que "cada provincia lo inicie en sí".
Argumentó entonces que la absolución en Tucumán se dio en "tribunales de la provincia, que tendrán su Consejo de la Magistratura, pero que no responden a la órbita nacional".
De inmediato, aseguró que "no es demasiado diferente a lo que pasa en otros lados, donde todavía no sabemos quién mató a quien, qué pasó, y las cosas siguen pasando".
Consideró que "hay que poner en marcha el Poder Judicial" que "es el último eslabón" en la estructura del Estado y remató: "Yo firmo decretos, pero son revisables por el Poder Judicial".
Sin embargo, remarcó que los jueces "deciden sobre la vida, la libertad y el patrimonio de todos nosotros", por lo que consideró que "tiene que haber un control republicano sobre cada uno de los poderes por parte de los civiles, los empresarios y los trabajadores".
Vinculó a la seguridad con la Justicia, y si bien consideró que esto "no es un problema de leyes", precisó que "se equivocan" quienes consideran que "esta es una cuestión de leyes de mano dura".
En medio de críticas a los jueces, la mandataria destacó el "poder que tienen para toda la vida" y destacó que "si hay que juzgarlos lo juzgan los pares de él y los abogados que dependen de ellos".
Al respecto, recordó que cuando fue constituyente de la reforma de la Constitución de 1994 "una de las más grandes críticas fue con el Consejo de la Magistratura", que "podía crear una suerte de corporación que se defendiera a sí misma".
Recordó además, que desde la banca en el Senado dio "una gran discusión para reformar el Consejo de la Magistratura para que tuviera mayor participación los que son elegidos por la sociedad".
La presidenta argumentó que en la política "hay un recambio permanente, y el que hace mal las cosas se acabó", en contraposición a la "defensa corporativa" del sistema judicial.