Nicolás Ezequiel Verdala, el chico de 16 años que estaba internado con muerte cerebral tras ser golpeado en la cabeza con un ladrillo por una patota en Pilar, falleció ayer en un hospital del partido de Tres de Febrero, informó la policía.
Nicolás Ezequiel Verdala, el chico de 16 años que estaba internado con muerte cerebral tras ser golpeado en la cabeza con un ladrillo por una patota en Pilar, falleció ayer en un hospital del partido de Tres de Febrero, informó la policía.
El fiscal de la causa imputará por homicidio al atacante, un joven de 17 años detenido al ser identificado luego de que alardeara del hecho en su cuenta de la red social Facebook.
El episodio tuvo lugar el último domingo, alrededor de las 7, cuando, según algunos testigos, Nicolás había salido de una fiesta de 15 en el barrio San Alejo, del partido bonaerense de Pilar, con dos amigos, y tras caminar unas cuadras se encontraron en la esquina de Bernardo Houssay y Honduras con un grupo de jóvenes que los comenzaron a insultar y los golpearon.
En medio de la gresca, uno de los integrantes de la patota tomó un ladrillo del suelo y golpeó en la cabeza a Nicolás. La trifulca continuó por varios minutos y luego Nicolás se fue a su casa a dormir.
“Cuando llegó a su casa, le dijo a su mamá que le habían pegado con una piedra. Se levantó a almorzar, se volvió a acostar y no se levantó más”, señaló el tío de la víctima, Daniel Rauch. Como el joven tenía puesta una gorra no pudieron ver la gravedad de la lesión.
El padre de Nicolás dijo que al ir a verlo por la tarde a su habitación lo encontró “todo duro” en el suelo. “Había querido ir al baño y había quedado todo duro. Lo acosté, lo moví un poco y no reaccionaba”, contó Javier Verdala.
Junto a su cuñado, lo trasladaron al hospital Sanguinetti de Pilar, desde donde lo derivaron a una clínica privada de Martín Coronado y allí le explicaron que “tenía un edema cerebral” y que lo iban a operar de urgencia aunque luego le indicaron que en realidad “ya no había nada que hacer”. El atacante, de 17 años, fue identificado por una publicación en su perfil de Facebook: “Ja ja ja cómo lo quebré. Esto les hice para que sepan quién maneja la calle. Para que cuando me vean agachen la mirada”, se vanagloriaba.