El Papa Francisco, el año pasado le quitó poder a una de las organizaciones más conservadoras de la Iglesia: el Opus Dei o La Obra, al decir de sus fieles. Por eso, desde este miércoles y hasta el domingo próximo se reúnen casi 300 miembros a adecuar sus estatutos junto a la cabeza de la organización, Fernando Ocáriz, quien a través de una carta había convocado a su grey. Quienes siguen de cerca los pasos de esta decisión papal no descartan que la denuncia de las 43 ex numeriarias auxiliares por explotación a y trabajo no remunerado (entre las que figuran varias mujeres que trabajaron en Rosario) abonaron a esta decisión no solo religiosa sino político económico.
Es que el decreto papal ("motu proprio") que comenzó a regir el 4 de agosto pasado degradó al prelado Ocáriz, quien ya no puede ser “distinguido” con el cargo de obispo. El objetivo de esta medida, es que la forma de gobierno del Opus Dei se base “más en el carisma que en la autoridad jerárquica”. Pero además, la normativa resolvió que el Opus pasara a rendir cuentas al Dicasterio del Clero, “ministerio” encargado de evaluar “las cuestiones que en cada caso corresponda afrontar”, como la formación de sus sacerdotes o “eventuales controversias”.
Además, la institución debe presentar un informe anual ante este dicasterio sobre su situación y el “desarrollo de su trabajo apostólico”, cuentas que hasta ahora la Obra solo tenía que rendir cada cinco años.
Ocariz había enviado una carta a sus miembros en noviembre para invitarlos a ser parte de este cónclave. Y según explicó en la carta, siguiendo el parecer de la Santa Sede, el congreso no se limitará a cambiar lo relativo "a la dependencia de la Prelatura a este Dicasterio y al paso de quinquenal a anual del informe a la Santa Sede sobre la actividad de la Prelatura" sino que considerarán "posibles retoques a los Estatutos".
De esta forma, el Opus Dei ha explicado que convoca este congreso para dar cumplimiento al motu proprio 'Ad charisma tuendum' en el cual el Papa Francisco confía al Dicasterio del Clero la competencia en todo lo que corresponde a la Sede Apostólica respecto a las prelaturas personales, de las cuales la única hasta ahora erigida es la del Opus Dei.
Para ser congresista -varón o mujer- se requiere tener al menos 32 años de edad y nueve años de incorporación definitiva al Opus. El número exacto de congresistas participantes será de 274: 126 mujeres (46%) y 148 hombres (54%). Provienen de los cinco continentes: África (6,6%), América (36%), Asia (6,2%), Europa (50%) y Oceanía (1,1%). Además, asistirán 90 sacerdotes, que representan el 32,8% de los participantes.
Desde el Opus Dei han precisado que no se prevé ninguna comunicación pública de la propuesta final de modificación de los estatutos, sino que presentarán el final directamente al Dicasterio para el Clero.