El juez de Garantías del partido bonaerense de Junín, José Luccini, definió hoy al crimen del niño de 9 años Tomás Santillán como “un hecho de una cobardía y una brutalidad enormes”, al tiempo que confirmó que tomará “antes del viernes” una “resolución” sobre la situación procesal de Adalberto Cuello, imputado por el asesinato.
No obstante, advirtió que “resta recepcionar” resultados de “pericias de ADN”, aunque alertó que la “situación” del acusado “se complicaría enormemente” si se hallara “algún rastro del menor” en el automóvil al que fue subido en Lincoln poco antes del homicidio, en su guardapolvo o en su mochila.“Al niño le aplicaron diferentes golpes en la cabeza y había signos de defensa en sus manos. Se quiso cubrir la cabeza. El hecho es de una cobardía y de una brutalidad enormes”, enfatizó Luccini en declaraciones Continental.
El magistrado agregó que, “por ese motivo, (el delito) está agravado por ensañamiento y alevosía: actuar sobre seguro y con crueldad ante el dolor y la agonía”.
El juez tiene cinco días para aceptar o rechazar el pedido del fiscal del caso, Javier Ochoaizpuro, para que se procese a Cuello con prisión preventiva.
“Antes del viernes, voy a tomar una resolución sobre si (el imputado) continúa detenido, si hago lugar a las nulidades planteadas o no, a las peticiones de deformación de causa por falso testimonio y encubrimiento, a la libertad por falta de mérito y a una morigeración de prisión preventiva”, ratificó hoy Luccini.
El juez, no obstante, advirtió que “resta por 'recepcionarse' las pericias de ADN que se remitieron al Departamento (Judicial) de San Martín, donde la fiscalía tiene un sistema de pericias para delitos complejos”.
Sin embargo, alertó que “hay restos de ADN en un auto que supuestamente fue el utilizado (en el hecho), en un guardapolvo y en una mochila, por lo que, si se determina que en algunos de esos elementos existe algún rastro del menor, se complicaría enormemente la situación del imputado”.
El magistrado, al referirse al vehículo, recordó que se trata de “un auto rojo que era propiedad del padre de la última pareja de Cuello”, María Inés Márquez.
Por último, advirtió que “también falta agregarse a la causa el dictamen pericial del psiquiatra” y recordó: “(Ese profesional) fue la única persona que yo autoricé para que estuviera en la audiencia (de ayer) y observara las expresiones de Cuello en el transcurso de la misma”.
El niño de 9 años fue asesinado el 15 de noviembre último, luego de salir de la escuela Sarmiento, a la que concurría en Lincoln, y su cadáver fue hallado dos días después en las afueras de esa ciudad bonaerense.