El Gobierno nacional analiza un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para prorrogar el actual régimen de restricciones contra el Covid, pero además para sumar nuevas medidas ante el crecimiento sostenido de la segunda ola y la saturación del sistema de salud en casi todo el país. La ministra de Salud, Carla Vizzotti, alertó que hay un “crecimiento exponencial e inusitado de casos en todo el país”. No se llegaría sin embargo a un cierre total y una “fase 1”, como el año pasado. Vizzottti propone “acciones intensivas, focalizadas y transitorias”. También la Ciudad de Buenos Aires estudia más restricciones.
El presidente Alberto Fernández, recién llegado de su gira por Europa, está alarmado por lo que en su Gobierno consideran “una meseta insostenible” de casos. Por eso, el Presidente evalúa un endurecimiento estricto. El mandatario mantuvo este lunes una larga reunión con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y luego con la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, para evaluar las medidas que tomará a partir del próximo viernes, cuando vence el decreto de necesidad y urgencia vigente.
En el Gobierno admiten que planean un “cierre fuerte de actividades, por un tiempo acotado”, como viene proponiendo la Provincia de Buenos Aires, para cortar el crecimiento de la curva de contagios. El Presidente firmará un DNU si el Congreso no aprueba antes el proyecto de la ley para el manejo de la pandemia, que podría tener media sanción del Senado mañana, miércoles.
“Si no está la ley, la única alternativa es que un DNU vuelva a poner en vigencia las restricciones, que son muy necesarias”, habría afirmado el presidente Fernández. Como mínimo, se renovarán las restricciones vigentes, pero además habrá nuevas limitaciones. Se apunta a reforzar la baja en la circulación y a que no se hagan reuniones sociales. En ese sentido, las declaraciones del viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, quien volvió a pedir “un cierre fuerte”, no sonaron desmesuradas para los funcionarios nacionales.
Vizzoti, muy preocupada
A tono con estos preparativos, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, volvió a advertir que hay un “crecimiento exponencial e inusitado de casos de coronavirus en todo el país”, que “pone en tensión” al sistema de salud en las provincias. Vizzotti hizo estas declaraciones tras analizar la situación de Río Negro con la gobernadora Arabela Carreras. Vizzotti visitó Cipoletti para intercambiar información con la mandataria provincial. “Esta es una situación totalmente diferente a la primera ola, con un crecimiento exponencial e inusitado de casos en todo el país, muy grande y en muy poco tiempo en muchos lugares del territorio nacional, que pone en tensión a nuestro sistema de salud, a pesar de que se lo fortaleció”, expresó Vizzotti.
Ante este grave cuadro, la ministra recomendó implementar “acciones intensivas, focalizadas y transitorias con mucho cumplimiento en el cuidado, mientras se continúa trabajando en la vacunación y se monitorea permanentemente cada uno de los indicadores”. “La realidad es que el sistema de salud está en tensión con las nuevas variantes que tienen una transmisibilidad más alta, una letalidad mayor e impactan en personas más jóvenes”, agregó Vizzotti.
La ministra explicó que si bien fue fortalecido el sistema sanitario, el problema pasa por el “recurso humano, que está vacunado, pero (al mismo tiempo) está agotado después de un largo año de muchísimo trabajo en una tensión muy alta y permanente”. Remarcó que “hay que disminuir la trasmisión viral y eso se logra a través de marcos normativos consensuados con la comunidad”.
Cambio en CABA
Un punto neurálgico en las nuevas restricciones es la postura del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que llevó el DNU del Gobierno a la Corte Suprema y obtuvo un fallo favorable en lo que se refiere a las escuelas. Pero ahora Larreta también analiza un cierre duro y hasta la posibilidad de suspender las clases. Un cambio de posición bien recibido en la Casa Rosada. “Dijimos que en algún momento iban a tener que admitir que había que cerrar. Es bueno que se hayan dado cuenta”, resaltan con ironía.
Además, en los despachos oficiales señalan que tras una leve mejora en la evolución de los casos durante la primera semana de este mes, el escenario no cambió según lo previsto el 30 de abril, cuando el Ejecutivo extendió mediante el DNU el régimen de cuarentena atenuada hoy vigente. Sobre extremar el cierre, se dijo desde el Gobierno que “no es descabellado pensar en una fase 1. Hay una meseta de casos demasiado alta”. No sólo se mira al AMBA, sino también a la zona centro del país, que incluye a Córdoba y Santa Fe, donde el número de casos sigue en un ascenso sostenido.
Terapias intensivas al límite
Hospitales públicos y privados de las provincias de Catamarca, Mendoza, Neuquén, San Juan, Buenos Aires, Córdoba, Corrientes y Misiones y de la ciudad de Buenos Aires informaron tener una ocupación superior al 90% de las camas en Unidades de Terapia Intensiva (UTI). El dato surge de una encuesta realizada por la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI).
La encuesta, de la que participaron 180 UTIs que representan unas 4.013 camas, observó un porcentaje de ocupación promedio del 90%, siendo el 53% pacientes con Covid-19, indicó el informe de la SATI publicado en base a un relevamiento que se hizo el 14 de mayo y que la sociedad científica realiza cada semana. De los pacientes con coronavirus, el 72% requirió Asistencia Respiratoria Mecánica (ARM), 12% cánulas de alto flujo (CAFO), 4% ventilación no invasiva (VNI) y 1,6% el uso de Helmet (casco no invasivo).
En la encuesta, que SATI remarca no contempla el universo completo de los centros de salud, la ocupación de camas en las provincias de Catamarca, Mendoza, Neuquén, y San Juan fue superior al 95%; mientras que en Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Misiones y la Ciudad de Buenos Aires fue del 90%. La provincia en la que se reportó menor ocupación fue Santa Cruz con 68,18%, seguida por Entre Ríos con 71,05%; Chubut con 73,68 y Chaco con 74,44%. El resto está entre el 80 y el 90 por ciento.
En la poblada Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) la encuesta fue respondida por 51 UTIs, lo que representa 1.101 camas, con un porcentaje de ocupación promedio del 93%, correspondiente al 94% para los municipios del conurbano y 91% para CABA; en tanto que el 65% de las instituciones manifestó no tener camas disponibles. La ocupación por Covid-19 fue del 70%, con uso de ventilación mecánica del 82%.
La SATI volvió a preguntar sobre el nivel de agotamiento de los equipos de salud, en una escala de 0 al 10. Para médicos, dio un promedio del 8,4; en enfermería, 8,1 y en kinesiología, 7,9, lo que muestra “un alto grado de agotamiento del personal del equipo de salud que persiste elevado”.