El delantero peruano del Hamburgo Paolo Guerrero fue suspendido hoy cinco partidos por dar un botellazo a un espectador y de esta manera ya no volverá a jugar en la actual temporada de la Bundesliga alemana de fútbol.
El delantero peruano del Hamburgo Paolo Guerrero fue suspendido hoy cinco partidos por dar un botellazo a un espectador y de esta manera ya no volverá a jugar en la actual temporada de la Bundesliga alemana de fútbol.
De acuerdo con la sanción impuesta por el comité de disciplina de la Federación Alemana de Fútbol, Guerrero deberá además pagar una multa de 20.000 euros (26.600 dólares) por la agresión cometida por el jugador, un “acto de violencia contra un espectador resultante después de una provocación verbal”.
Guerrero perdió el control el domingo y después del partido contra el Hannover (0-0) arrojó una botella de plástico llena de agua a un hincha de su propio club, quien lo había insultado por el mal nivel ofrecido por el equipo.
Ambas sanciones pueden ser apeladas por el jugador o su club en el plazo de 24 horas. Guerrero no reaccionó hoy y la directiva del club aún no aclaró si apelará la medida. “Vamos a estudiar el fallo y decidir más adelante nuestra reacción”, dijo un portavoz del club.
La suspensión no afecta la posible participación de Guerrero hoy en el encuentro de vuelta de cuartos de final de la Liga Europa frente al Standard Lieja en Bélgica, adonde el Hamburgo llega con una ventaja de 2-1.
El delantero recibió además, por parte del Hamburgo, la multa “más alta” en la historia del club. Hasta ahora no trascendió la suma pero se especula con que podría llegar hasta los 100.000 euros (133.000 dólares), dinero que será destinado a obras benéficas.
La agresión con la botella es investigada además por la Justicia ordinaria. La fiscalía de Hamburgo abrió un expediente por el presunto delito de “daños corporales agravados”.
La suspensión deja fuera a Guerrero para el resto del campeonato alemán, donde restan por jugarse cinco fechas, y abre un gran interrogante sobre el futuro del jugador. Su contrato con el club finaliza al término de la temporada y hasta ahora ambas partes no llegaron a un acuerdo.
La directiva del club había rechazado hace meses la exigencia de Guerrero de que se le duplicara el sueldo a unos cuatro millones de euros anuales.
El jugador, que llegó del Bayern Múnich en 2006 por 2,8 millones de euros (entonces 3,5 millones de dólares), hizo hasta ahora una temporada irregular. Empezó descollante, con cuatro goles en otros tantos partidos, pero después decayó. Más tarde sufrió una rotura de ligamentos que lo alejó del fútbol siete meses, y reapareció hace diez días. (DPA))