Los buzos que trabajan en el sitio del hundimiento en Corea del Sur del ferry Sewol, habían recuperado, hasta anoche, 120 cadáveres. De las 476 personas que iban a bordo, unas 180 siguen desaparecidas tras el accidente.
Los buzos que trabajan en el sitio del hundimiento en Corea del Sur del ferry Sewol, habían recuperado, hasta anoche, 120 cadáveres. De las 476 personas que iban a bordo, unas 180 siguen desaparecidas tras el accidente.
Ayer fue detenido otro miembro de la tripulación, un oficial que el lunes había intentado suicidarse. Con él suman ya ocho los tripulantes apresados. El capitán, Lee Joon-seok, se encuentra en prisión desde el sábado. Todos ellos están acusados de conducta negligente cuando el barco se accidentó.
Una mejora de las condiciones marítimas permitió que se aceleraran las labores de rescate de cuerpos atrapados en el barco tras el naufragio ocurrido hace siete días frente a la costa sur cerca de Jindo, al sur de Seúl.
Los buzos están incursionando en las cabinas del buque de varias plantas, donde se presume que quedaron encerradas gran parte de las víctimas, en su mayoría niños que participaban en una excursión.
En el operativo participan también robots submarinos.
Penoso. Alrededor del barco siniestrado, que se encuentra a 20 metros de profundidad, se han colocado redes para impedir que las corrientes arrastren los cadáveres.
El ferry, que se dirigía a la isla de Jeju, frente a la costa sudoccidental de Corea del Sur, se hundió el miércoles. 174 personas pudieron salvar la vida, entre ellos el capitán y la mayoría de los 28 miembros de la tripulación. Por el momento se desconocen las causas del accidente.
Los investigadores creen que el ferry de pasajeros y de carga se accidentó durante un cambio de dirección, pero tras estudiar los datos sobre la posición del barco se determinó que el giro fue de 45 grados a la derecha. Pese a no haber sido tan brusco, pudo haber provocado un desplazamiento de la carga, lo que a su vez podría haber hecho que el barco se escorara y perdiera la estabilidad.
Mientras se hundía el transbordador, algunos tripulantes entregaron sus chalecos salvavidas a los pasajeros. Una de las tripulantes se negó a abandonar la nave mientras ayudaba a varios estudiantes a escapar del ferry; posteriormente fue encontrada muerta.
Otros tripulantes rompieron ventanas a martillazos para rescatar a las personas atrapadas en los camarotes.
Por lo menos siete de los 29 tripulantes están desaparecidos o muertos y varios de los que sobrevivieron se quedaron en la embarcación o sus cercanías para ayudar a los pasajeros.
"Sus últimas palabras fueron, «Voy a salvar a los chicos»", dijo Ahn So-hyun sobre su esposo y desaparecido tripulante Yang Dae-hong, en una llamada de su teléfono celular cuando comenzó a hundirse el miércoles la embarcación. Se refirió a los 323 estudiantes de enseñanza secundaria que viajaban en el ferry, que transportaban un total de 476 personas.