El calor empieza a apretar, pese a la tregua de enero, y tanto los aires acondicionados como las piletas se convierten en un objeto de deseo. Una mujer compró una pileta de fibra de vidrio para instalar en su casa y poder disfrutarla durante el resto del verano pero esta desapareció misteriosamente. Tras hacer la denuncia, logró recuperarla luego de que efectivos de la Policía Bonaerense la detectaran que los delincuentes la habían coloca en el predio de la toma ilegal de terrenos en Los Hornos, a unas diez cuadras de su vivienda.
Todo comenzó cuando la víctima del robo compró la piscina de siete metros de largo por tres de ancho, cuyo valor en el mercado oscila alrededor de los 2.500.000 pesos.
Con el objetivo de combatir las altas temperaturas, la vecina de La Plata la instaló en el patio de su vivienda y comenzó a llenarla con agua el pasado 18 de enero. El nivel llegó a la mitad cuando, misteriosamente, la pileta desapareció.
La mujer radicó la denuncia en la comisaría 3° de La Plata y relató que los delincuentes habían desenterrado la pileta para llevársela.
Los efectivos de esa seccional iniciaron una investigación, ya que un objeto de semejantes dimensiones no podían llevarlo al hombro: necesitaban transporte, herramientas y cómplices para sustraerla. Los agentes realizaron tareas de campo, tomaron testimoniales y realizaron relevamiento de cámaras por una semana entera.
Con las coordenadas que consiguieron durante esas averiguaciones, llegaron a una vivienda de "La Toma", en Los Hornos, célebre por ser la usurpación de terrenos más grande de la provincia de Buenos Aires.
Los uniformados sospecharon de un gran objeto azul tapado por lonas, que se asomaba entre un cerco de chapa y palos. Entonces, levantaron el drone y esperaron mientras se llevaba a cabo una investigación encubierta.
Días más tarde, desde el aire pudieron visualizar el color brillante de la pileta que resaltaba entre el predominante marrón grisáceo de la tierra, en el fondo de una casa.
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Los uniformados pidieron la orden judicial de inmediato para allanar el lugar y determinar si era o no la pileta robada. Una vez que recibieron el documento llevaron a cabo el operativo y al ver la piscina que ya estaba llena procedieron a vaciarla.
Posteriormente, la revisaron y buscaron señas particulares que había dado la dueña. Fueron esos detalles los que les permitieron comprobar que se trataba de la misma pileta, por lo que el juez ordenó su secuestro.
Además, pidió la detención del responsable del robo, identificado como Edgardo González, un conocido delincuente de la zona, detallaron los voceros policiales. Sin embargo, como no estaba en ese momento en el lugar ahora se encuentra prófugo por el robo de la piscina.
En tanto, los policías subieron la pileta en una grúa y la trasladaron para volver a ser colocada en el mismo lugar del que fue sustraída.