Un joven de 25 años que desapareció la misma noche que Araceli Fulles en el partido bonaerense de San Martín era intensamente buscado hasta anoche por la policía y su familia.

Un joven de 25 años que desapareció la misma noche que Araceli Fulles en el partido bonaerense de San Martín era intensamente buscado hasta anoche por la policía y su familia.
Se trata de Luciano Barbeito, que según denunció su familia, fue visto por última vez el 1º de abril a la madrugada en un kiosco de la localidad de José León Suárez, a pocos metros de la casa de su ex suegra.
"Mi hermano estuvo preso un año y medio, se hizo delincuente por sus problemas con las drogas, no es un hombre violento", contó Pablo, un hermano del joven desaparecido.
Mientras los investigadores avanzan en la búsqueda tanto de Barbeito como de Araceli, las familias no creen que haya conexiones entre ambos casos ni que los jóvenes se conocieran, a pesar de que viven a muy pocas cuadras de distancia.
"Los elementos que encontramos nos dicen que desapareció la misma noche o madrugada que Araceli; estamos pidiendo que se difunda su imagen y que se actúe con más rapidez", dijo Pablo en diálogo con un canal de cable.
Según contó su hermano, Luciano pasó por la casa de su ex suegra en José León Suárez, alrededor de las 23:30 del viernes 31 de marzo, y un rato después fue visto en un kiosco en la misma localidad.
Desde ese momento, su familia no volvió a tener contacto con el joven que había salido tres días antes de un penal, donde terminó de cumplir una condena de un año y medio por el robo a una estación de servicio.
Al momento de desaparecer, Luciano que tiene una cicatriz en el antebrazo izquierdo y otra en la mandíbula, estaba con una remera blanca, pantalón jeans y zapatillas blancas.
Este sábado por la tarde, la familia de Luciano convocó a una marcha en la Plaza San Martín, de la que también participarán los familiares de Araceli.
En tanto, más de un centenar de policías y efectivos de otras fuerzas continuaban realizando operativos para tratar de encontrar a la joven Araceli Fulles, de 22 años, por quien el Ministerio de Seguridad bonaerense ofrece una recompensa de 500 mil pesos para quien pueda aportar información sobre su paradero.
Papá
El padre de Araceli Fulles consideró ayer que "la gente que se llevó" a su hija de 22 años "trabajó tan bien que no dejó ni un rastro".
Ricardo Fulles también sostuvo que no cree que "haya algún conocido" involucrado en la desaparición de su hija, ni que se haya ido por sus propios medios porque "para irse tendría que tener motivos o haber estado mal con su propia familia".
El padre de la joven dijo que a dos semanas del hecho "no hay nada" sobre el paradero de su hija, que la última comunicación que mantuvo con su familia, que vive en el barrio Sarmiento de Villa Ballester, partido de San Martín, fue el 1º de abril.
"Están buscando acá en el partido, en las partes en las cuales podría estar pero no encuentran nada. La Policía hace operativos y salen todos negativos, no se logra conseguir algo", indicó en declaraciones a radio Uno.
Fulles expresó que "no puede ser que no la haya tomado una cámara, que nadie la haya visto porque a las 7 de la mañana", que fue la última vez que se comunicó con su madre, "siempre hay gente en la calle, y nadie tiene información".
"Se sigue buscando pero no tenemos nada. Yo no tengo ni idea qué pasó porque la gente que se la llevó trabajó tan bien que no dejó ni un rastro", apuntó el padre y agregó que "esto no lo puede hacer un conocido, nadie puede ser tan desgraciado de hacerle esto a una familia".
La joven pasó la noche del 31 de marzo y madrugada del 1º de abril con amigos a una cuadra y media de su casa pero según relataron las personas que estaban con ella, a las 2 de la madrugada recibió un llamado y se fue a otro lugar.
retrato. Luciano Barbeito tiene 25 años; Araceli, 22.


