El Hospital Materno Neonatal de la ciudad de Córdoba, en donde el domingo pasado una mujer tuvo que dar a luz sola sentada en un inodoro por falta de atención médica, fue allanado ayer tras la denuncia penal radicada por la legisladora Liliana Montero contra siete médicos de ese centro asistencial.
El procedimiento de llevó a cabo por orden del fiscal de feria Rubén Caro en donde “se secuestraron las historias clínicas” relacionadas con la situación vivida por Verónica Tabárez, de 33 años, quien dio a luz en el baño de la guardia de ese centro asistencial, informaron fuentes judiciales.
La denuncia de Montero es por el presunto delito de omisión de auxilio y abandono de persona y es contra siete médicos del Hospital Materno Neonatal, quienes estaban de guardia el domingo pasado.
Hay un video en el que “se ve claramente que esta mamá, además de tener que parir en el baño, después es sometida al mal trato y al reto de quien le dice: «¿Por qué no vino antes?»”, aseguró Montero, cuya denuncia está patrocinada por el abogado Carlos Nayi.
La legisladora recordó que Tabarez estuvo en el hospital “una hora y pico con contracciones” antes de verse obligada a parir en el baño, algo que “es inadmisible y la acción de la Justicia tiene que ver con esto, con marcar un punto de inflexión”.
“Como funcionaria pública no puedo mirar para otro lado. A mí no me importa si el resto de los funcionarios públicos lo hacen, acá ha habido una situación gravísima que es inadmisible en un hospital público”, agregó.
Por su parte, Nayi señaló que “lo que hoy se viene a formular es una denuncia penal, porque en este hecho ha existido una actitud abandónica” por parte de los médicos.
Tras el difícil trance, Verónica Tabárez contó lo que había vivido en el hospital. “Estaba con contracciones en mi casa. Fui al Neonatal, me anuncié y les dije que estaba con unas contracciones enormes, me pidieron que espere un rato porque estaba complicado. Empecé con contracciones cada cinco minutos y después llegó el momento de que fueron cada tres”.
En esas instancias fue al baño. “Me senté como para hacer pis pero salió el tapón mucoso y la cabeza de la beba. Ahí empecé a los gritos. Tuve que sostenerla yo para que no termine de nacer y caiga en el inodoro. Un médico la terminó de recibir. Caminé con el cordón umbilical colgando entre las piernas para subir a la camilla en el pasillo y como no tenían nada para cubrirla, ni una colcha, ni una sábana, la taparon con mi abrigo”, contó Verónica.