Al menos 18 personas que viajaban en un colectivo murieron calcinadas al colisionar contra un contenedor con combustible que se desprendió de un camión en una autopista del estado de Tamaulipas, en el norte de México.
Las personas fallecidas viajaban en un autobús que salió del estado de Hidalgo (centro) con destino a Monterrey.
Al menos 18 personas que viajaban en un colectivo murieron calcinadas al colisionar contra un contenedor con combustible que se desprendió de un camión en una autopista del estado de Tamaulipas, en el norte de México.
El accidente ocurrió durante la madrugada en la carretera que conecta Ciudad Victoria, en Tamaulipas, con Monterrey, en el vecino estado de Nuevo León, según informó la agencia AFP.
La colisión dejó ambos vehículos completamente quemados. Fotografías difundidas por la policía mostraron al autobús reducido a una maraña de metal humeante y carbonizado.
"Derivado del impacto con un contenedor, lamentablemente hay hasta el momento 18 fallecidos, por lo que personal de la Policía Investigadora y peritos se encuentran en el lugar realizando las indagatorias correspondientes", dijo la fiscalía de Tamaulipas en un comunicado.
Agregó que las personas fallecidas viajaban en un autobús que salió del estado de Hidalgo (centro) con destino a Monterrey.
El accidente ocurrió antes del amanecer del sábado en una carretera que conduce a la norteña ciudad de Monterrey.
El conductor del camión de combustible aparentemente sobrevivió y está bajo investigación. Al parecer, el autobús había partido del central estado de Hidalgo y se dirigía a Monterrey.
El camión transportaba dos tanques de combustible en tándem. Este tipo de camiones con doble contenedor han estado involucrados en numerosos accidentes mortales anteriormente.
Debido a que la aplicación de las restricciones de peso y las inspecciones de seguridad en México son laxas, ya ha habido llamados antes para que se prohíba la circulación de este tipo de vehículos, muy pesados y difíciles de manejar.
Por Martín Stoianovich
Por Elbio Evangeliste
Por Pablo Mihal