¿Quién no vio “Top Gun”, el clásico ochentero que convirtió a Tom Cruise en una estrella mundial? Todos vieron “Top Gun”, o al menos cazaron al vuelo retazos de la película en la cable, donde la repitieron millones de veces, con sus célebres escenas bizarras de los pilotos jugando al beach voley en jeans y en cueros, con su hit “Take My Breath Away” sonando a todo volumen mientras Cruise y la rubia Kelly McGillis se besaban, o con Val Kilmer haciéndose el malo con su uniforme de la Armada. A pesar de un guión por demás de flojo y de las malas críticas que recibió, “Top Gun” fue la película más vista de 1986, un taquillazo que disparó la venta de los Ray Ban Aviator y las camperas bomber, un producto prototípico de la era Reagan que, bromas aparte, logró permanecer como una marca indeleble de esa época. Ahora, 36 años después, el productor Jerry Bruckheimer (un gigante de la industria) y el mismo Tom Cruise (quizás la última gran estrella de Hollywood) traen a la pantalla grande “Top Gun: Maverick”, la demorada y ultrapublicitada secuela del éxito de los 80 que se estrena en Rosario este miércoles 25 de mayo.
“Maverick” iba a estrenarse en junio de 2020. Como pasó con tantos otros filmes, la pandemia arruinó los planes, pero en este caso los estudios Paramount no cedieron a la tentación del streaming y aguantaron hasta poder estrenarla en cines. Para Cruise esto se transformó en una empresa personal: conservar las formas de la vieja escuela, defender el negocio de las salas. Por eso la película llega en medio de una parafernalia publicitaria pensada exclusivamente para su lanzamiento: presentación a bordo de un portaaviones en San Diego, avant premiere con aviones incluidos en el Festival de Cannes (donde Cruise recibió una Palma de Oro honoraria) y función de gala en Londres con la presencia del príncipe William y Kate Middleton. La apuesta es grande y se nota.
La historia de la secuela se empezó a gestar en 2010. Jerry Bruckheimer incluso llegó a reunirse en 2012 con el director de la película original, Tony Scott (realizador de “El ansia” y hermano menor de Ridley) para contarle sus planes, pero tristemente Scott se suicidó en Los Angeles pocos meses después. Semejante golpe no detuvo al productor, que años más tarde retomó el proyecto con un nuevo director, Joseph Kosinski, que ya había trabajado con Tom Cruise en el filme de ciencia ficción “Oblivion” (2013). Kosinski convenció a Cruise y el actor convenció a los de Paramount. Dicen que bastó una llamada de la estrella de “Misión imposible” para que el estudio diera luz verde a “Top Gun: Maverick”.
Así y todo, Cruise tenía dos condiciones: la primera era que Val Kilmer formara parte de esta secuela con el personaje del filme original, el arrogante y competitivo piloto Tom “Iceman” Kazansky, una suerte de villano de la historia. Eso no iba a ser fácil: Kilmer perdió la voz después de someterse a una traqueotomía en 2015 por un cáncer de garganta. Sin embargo, con la ayuda de la tecnología de inteligencia artificial, el actor de “The Doors” pudo participar brevemente en la película, cara a cara con su antiguo competidor. La otra condición era que todos los actores que interpretaran a los pilotos debían estar capacitados para viajar en F-16. Ese proceso llevó 15 meses de entrenamiento y pruebas técnicas, trabajando codo a codo con la Marina y el equipo de filmación.
El punto de partida de la película es simple: el teniente Pete “Maverick” Mitchell (Cruise) es obligado por sus superiores en la Armada a entrenar a una nueva camada de pilotos, asignados ahora a una misión secreta y muy delicada. Uno de los alumnos resulta ser Rooster (Miles Teller, el baterista de “Whiplash”), que es el hijo de Goose, el recordado amigo de Maverick que muere trágicamente en un accidente en el filme de 1986. Rooster cree tener motivos para guardarle rencor a Mitchell, y esa fricción va a disparar más competencia y tensiones. El elenco también incluye a grandes actores como Jon Hamm (la estrella de “Mad Men”), el veterano Ed Harris y Jennifer Connelly (“Laberinto”, “Una mente brillante”), el nuevo interés romántico del protagonista.
Para sorpresa de muchos, “Top Gun: Maverick” superó la prueba de la crítica, ya que sumó muchas reseñas positivas en el Primer Mundo. Ahora falta la prueba más difícil, la de la taquilla, todo un desafío en un mundo copado por el streaming y donde las mejores recaudaciones parecen sólo reservadas al universo de los superhéroes.
¿Dónde está ahora la rubia Kelly McGillis?
En el poster original de “Top Gun”, la foto de Kelly McGillis era tan grande como la del actor protagonista, un joven Tom Cruise de 24 años. Eso no era para nada extraño: él sólo tenía un par de películas a sus espaldas, mientras que ella venía de trabajar en “Testigo en peligro”, el enorme éxito de taquilla encabezado por Harrison Ford y dirigido por Peter Weir. La rubia se hizo más famosa todavía después de “Top Gun”, donde era la despampanante instructora de vuelo del rebelde Pete “Maverick” Mitchell. Ahora bien, ¿por qué McGillis, de actuales 64 años, no aparece para nada en “Top Gun: Maverick”? El director Joseph Kosinski le contestó al sitio Insider: “No quería que cada historia mirara constantemente hacia atrás sino que prefería presentar algunos personajes nuevos”. Sin embargo, la misma actriz aportó otra teoría: “Soy vieja, estoy gorda y me veo según mi edad. Y la película no trata de nada de eso”, apuntó.
Después de trabajar en películas importantes como “El cazador de gatos” o “Acusados”, McGillis optó por papeles secundarios hasta que se retiró definitivamente del cine. En 2009, tras haber tenido dos hijas con su segundo marido, la actriz hizo pública su homosexualidad y se casó con la ejecutiva de ventas Melanie Leis, de quien se separó en 2012. A contramano de Hollywood y lo que impone la industria, hace dos décadas declaró: "Tener 43 años y no estar dispuesta a pasar por el quirófano para que te cambien la cara lo hace difícil. Muy pronto no habrá nadie en América que aparente 50 años".
Top Gun: Maverick | NUEVO Tráiler oficial (2022) SUBTITULADO - Tom Cruise