El Parlamento Europeo advirtió este jueves al gobierno de Nicaragua que el futuro de la cooperación de la Unión Europea "dependerá de que el país recobre la senda de la democracia'', tras los últimos arrestos de dirigentes políticos y otras acciones represivas del gobierno del sandinista Daniel Ortega contra los opositores. El miércoles, Estados Unidos sumó más altos funcionarios del gobierno sandinista de Ortega a una lista de sancionados. Ortega lanzó desde la semana pasada una ofensiva contra los principales líderes opositores, entre ellos los candidatos presidenciales más competitivos. El presidente sandinista pretende una nueva reelección en el cargo y en una tácita admisión de su impopularidad decidió eliminar a los postulantes opositores. La represión en Nicaragua se inició a partir de la crisis que causó un proyecto de ajuste previsional de Ortega, en abril de 2018, luego retirado ante las masivas protestas. El Frente Sandinista de Ortega acentuó desde entonces las políticas represivas, el control de la Justicia y el cierre y persecución de medios de comunicación.
La advertencia europea consta en una carta dirigida a Ortega y firmada por Dita Charanzová, vicepresidenta Parlamento Europeo; David McAllister, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Grupo del Partido Popular Europeo (PPE), y Javier Nart, primer vicepresidente de la Delegación para las Relaciones con los Países de Centroamérica, entre otros.
Los eurodiputados expresaron "gran preocupación'' por la reciente detención de líderes opositores _de ellos, cuatro aspirantes presidenciales_ acusados de presuntos delitos graves, entre una serie de acciones del gobierno que, dijeron, no contribuyen a resolver la crisis del país.
"La Unión Europea apoya al pueblo de Nicaragua a través de los programas de cooperación y queremos seguir apoyando, pero eso dependerá de que el país recobre las sendas de la democracia y de una paz verdadera'', señaló la carta a Ortega, emitida en Bruselas.
Tras cuestionar leyes y reformas electorales recientes que fueron aprobadas por el Parlamento de mayoría oficialista, "que no responden a los parámetros democráticos de la comunidad internacional'', los diputados reprobaron "el despojo arbitrario'' de la personalidad jurídica de dos partidos opositores y la elección de magistrados electorales "que son militantes y simpatizantes del partido en el poder''.
"Las elecciones de noviembre son la oportunidad para dar fin y resolver pacíficamente la profunda crisis política que vive Nicaragua'', destacó la carta, al recordar que la Organización de Estados Americanos aprobó una propuesta de reformas electorales como "el marco básico y creíble para unas elecciones democráticas y reconocibles''.
Al respecto, instaron a Ortega a tomar "medidas inclusivas'', como "la liberación de los presos políticos, la restauración del ejercicio pleno de los derechos ciudadanos y la aprobación de las reformas electorales necesarias que garanticen que las elecciones de noviembre serán transparentes, libres y justas''.
El Parlamento Europeo criticó además el reciente "allanamiento ilegal, por segunda ocasión, de las oficinas del periódico digital Confidencial (y) la persecución judicial y la criminalización a periodistas independientes'', lo que constituye "un atropello más a la libertad de expresión e información''. Asimismo, reprobaron la forma "en que se comportan la Policía Nacional y los paramilitares que reprimen cualquier expresión mínima de protesta ciudadana, y la existencia y maltrato de prisioneros políticos''.
Pero poco más tarde la vicepresidenta y primera dama Rosario Murillo arremetió contra representantes de la iglesia católica. "Los mandamientos de la ley de Dios dicen que no hay que robar, ¿puede algún representante eclesial aprobar el hurto y el robo y hacer charanga como dice nuestro pueblo, con los recursos que piden para la muerte, para regar sangre en las comunidades nicaragüenses que amamos la paz?'', dijo Murillo, al parecer en alusión a los sacerdotes que apoyaron las protestas sociales de 2018.
Por su parte, la opositora Coalición Nacional denunció en un comunicado que el líder político y excanciller liberal, José Pallais, detenido el miércoles por la policía, presenta "un cuadro de altísimo riesgo'' pues padece varias enfermedades crónicas. El comunicado indicó que se encuentra recluido en la Dirección de Auxilio Judicial de la policía, aunque esto no ha sido confirmado oficialmente.
Asimismo, el Parlamento de Nicaragua aprobó una declaración con 72 votos a favor y 14 abstenciones, en la que condenó las sanciones impuestas el miércoles por Estados Unidos contra cuatro funcionarios y allegados a Ortega, entre ellos su hija Camila Ortega Murillo, y respaldó el arresto de siete dirigentes políticos durante la última semana.
"Condenamos enérgicamente las acciones injerencistas, interventoras, unilaterales y arbitrarias del gobierno de los Estados Unidos en contra del pueblo de Nicaragua'', indicó el texto, al tiempo que apoyó "las acciones legales que ejecuta el Ministerio Público y la Policía Nacional'' contra los adversarios de Ortega.
Ortega está en el poder desde enero de 2007. Su mandato terminará en enero de 2022, pero pretende sumar otro mandato más. Además de detener a cientos de opositores y estudiantes en las protestas de 2018, Ortega ha aniquilado a los medios independientes. Su régimen autoritario se apoya en el respaldo de Cuba, Venezuela, Rusia y China.