El primer ministro francés Edouard Philippe dijo el miércoles que la edad de retiro aumentará solo para los más jóvenes, los nacidos a partir de 1974, pero ofreció una serie de concesiones en un esfuerzo desafortunado para tratar de frenar una protesta nacional contra la reforma jubilatoria.
El gobierno intenta simplificar y volver sostenible el sistema de pensiones, pero enfrenta presiones enormes de la población y los gremios, las que incluyen las huelgas de transportes que ya duran una semana. Los sindicatos principales se apresuraron a rechazar las propuestas y prometieron seguir en huelga.
Al día siguiente de que más de 300.000 personas salieron a manifestarse en todo el país, las autoridades registraron los atolladeros de tráfico en calles y avenidas en París que sumaban 460 kilómetros. Sólo funcionaban dos líneas del metro y muchas rutas de trenes dejaron de funcionar. Los sindicatos se han atrincherado en sus posiciones contra el presidente Emmanuel Macron, a quien acusan de gobernar a favor de los ricos.
En un discurso desde París, el primer ministro Philippe describió las reformas y aseguró que los franceses "tendrán que trabajar más tiempo". La gente nacida después de 1974 tendrá que trabajar hasta los 64 años para cobrar la jubilación completa, en lugar de los 62 como hasta ahora. Los nacidos antes de ese año no se verán afectados.
El dirigente de la central sindical CGT, Philippe Martinez, rechazó los planes sin vuelta.
"El gobierno se burla de todos", dijo. Otros sindicatos como Fuerza Obrera dijeron que el discurso del primer ministro "confirma la necesidad de acentuar las medidas huelguísticas".
El nuevo plan intenta reemplazar un sistema complejo con decenas de privilegios especiales para sectores como el transporte público por un conjunto de normas que regirán para todos. Es decir, trata de reemplazar los regímenes especiales por uno único.
Philippe dijo que los cambios garantizarán un sistema jubilatorio "justo y sostenible" frente a una población creciente con un número récord de mayores de 90 años.
Para la gente que ingresa al mercado laboral, las reformas entrarán en vigencia en 2022, justamente el último año de la presidencia de Macron. El gobierno también presentó la primera jubilación mínima del país, para quienes han trabajado durante toda su vida, que será de 1.000 euros (1.100 dólares) mensuales. En comparación, la del Reino Unido es de 858 euros.
Sin embargo, los planes no parecen hacer mella en las huelgas, calificadas de "ilimitadas", a semejanza de las de 1995 que provocaron la caída del primer ministro Alain Juppe.
Esas medidas de fuerza paralizaron el país, con amplio apoyo de la población, y fueron comparadas con los sucesos de mayo de 1968, cuando Francia estuvo al borde de la revolución.
Muchos franceses y los sindicatos que encabezan las huelgas temen que el nuevo sistema obligue a la gente a trabajar más tiempo y por pensiones menores.
En medio de los discursos políticos, las huelgas siguen paralizando la segunda mayor economía de la eurozona y el estado de ánimo de la gente sigue siendo tenso pero comprensivo.
anuncio. El premier Edouard Philippe al hablar ayer en París.