Las fuerzas rusas que ocupan la ciudad de Kherson, en el sur de Ucrania, y la provincia que la rodea, empezaron a imponer el domingo la transición al rublo ruso desde la moneda ucraniana, una medida que Ucrania denuncia como parte del plan de Rusia para despojar a la parte ocupada del país de su identidad nacional e integrarla a Rusia por la fuerza. Además, los ocupantes cortaron todos los servicios de telefonía móvil e Internet en la región invadida, reseña el diario The New York Times.
Los ucranianos informaron de que casi todos los servicios de telefonía móvil e Internet de la zona estaban fuera de servicio. El Ministerio del Interior ucraniano acusó a las fuerzas rusas de cortar el servicio, diciendo que era un intento de impedir que los ucranianos accedieran a información veraz sobre la guerra. Los medios rusos solo dan la versión oficial de la invasión y en Rusia han dejado de operar los pocos medios independientes que aún quedaban, luego de que Vladimir Putin impusiera una ley que reprime con penas de prisión toda información que no se alinee con la estatal.
Los funcionarios locales estiman que casi la mitad de la población de la región de Kherson ya huyó, y los relatos de que se han marchado dibujan una imagen de un entorno cada vez más represivo. La letra Z, símbolo de la fuerza de invasión, puede verse en fotos y videos garabateada en los edificios y la bandera rusa ondea sobre los edificios gubernamentales. En el exterior de uno de ellos se ha vuelto a colocar recientemente una estatua de Lenin, una figura que es un símbolo de la opresión de Moscú para los ucranianos. Los programas de televisión rusos dominan la pantalla.
La agencia de inteligencia militar británica dijo el domingo que la introducción del rublo y las declaraciones de una administración prorrusa recientemente instalada, en las que resaltaba que el retorno al control ucraniano sería “imposible”, demostraban “la intención rusa de ejercer una fuerte influencia política y económica en Kherson a largo plazo”.
El alcalde ucraniano de Kherson, Ihor Kolykhaiev, que fue expulsado por las autoridades rusas, no pudo ser localizado por teléfono o correo electrónico el domingo. El sábado declaró a la BBC que no creía que la introducción de la moneda rusa fuera a funcionar porque el único sistema bancario de la región era ucraniano, no ruso.
La ocupación rusa ha encontrado resistencia. como airadas y masivas protestas callejeras durante marzo, algo que no se vio en ninguna otra ciudad ucraniana ocupada. Pero es cada vez más difícil verificar la información.
El 19 de abril, la Dirección de Inteligencia de Ucrania acusó a Rusia de preparar falsos referendos para “legalizar” las administraciones de facto en las zonas ocupadas, incluida Kherson. Ahora los ucranianos creen que esos planes han sido desechados tras las amplias protestas, y los rusos planean “absorber” la región en la vecina provincia de Crimea, que Rusia anexionó ilegalmente en 2014.
Kherson fue la primera ciudad importante que cayó en manos de Rusia, y se salvó en gran medida de la destrucción desatada por las fuerzas rusas en muchas ciudades y pueblos, como Mariupol, en el sureste, o Jarkov, en el norte. En otra ciudad ocupada en el sur, Melitopol, las tropas rusas robaron “todo el equipo de un concesionario de maquinaria agrícola” y lo han enviado a Chechenia, según un empresario ucraniano. Pero después de un viaje de más de 700 millas, los ladrones no pudieron utilizar ninguno de los equipos porque habían sido bloqueados a distancia. La sustracción de estos valiosos equipos agrícolas de un concesionario John Deere en Melitopol habla de una modalidad cada vez más organizada de robo, que incluso utiliza el transporte militar ruso como parte del atraco. CNN confirmó que el equipo fue retirado de Melitopol y que está valuado en 5 millones de dólares.
Declaraciones antisemitas del canciller ruso
Una tormenta política y diplomática causó una entrevista del ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, a uno de los canales de TV de Silvio Berlusconi, Rete 4. Durante más de media hora la noche del domingo, Lavrov, sin ser nunca interrumpido en sus largas respuestas, vertió evidentes falsedades, como la de negar los crímenes cometidos por soldados rusos en Bucha. Pero se destacó por un absurdo argumento para solventar la campaña de “desnazificación”, que es la excusa de la invasión rusa de Ucrania. Lavrov dijo textualmente: “No significa absolutamente nada que (el presidente Volodimir) Zelensky tenga orígenes judíos, incluso Hitler los tuvo, en mi opinión”. Y agregó: “Hace tiempo que escuchamos a los sabios judíos decir que los más grandes antisemitas son precisamente los judíos”. Llamavitamente, el periodista italiano no objetó estas espeluznantes declaraciones de Lavrov.
Las aberrantes afirmaciones de Lavrov causaron fuertes reacciones internacionales. Israel convocó al embajador ruso para exigirlle “disculpas y explicaciones” sobre las declaraciones “imperdonables e indignantes”de Lavrov, según dijo el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yair Lapid: “Esperamos que Lavrov se disculpe por la comparación de la sangre judía de Zelensky y Hitler. El nivel más bajo de racismo contra los judíos es acusar a los propios judíos de antisemitismo”.
En Italia, el diario Corriere della Sera comentó: “la declaración de Lavrov a Rete 4 está dando la vuelta al mundo”, y evidenció “el tambaleante silogismo que contiene: ’si Hitler era judío, Zelensky también puede ser nazi”. El diario reseña el frágil mito que Lavrov toma por cierto, que Hitler tenía ascendientes judíos, un rumor sin base alguna.