Nueva Orleáns.— El temido huracán Gustav tocó tierra en EEUU con menos
fuerza de la prevista, por lo cual la ciudad de Nueva Orleáns pudo aguantar la embestida, tres años
después del devastador Katrina. Degradado a categoría dos, el huracán entró a suelo continental
estadounidense en la costa de Louisiana, en un área donde está emplazada la industria de la pesca y
del petróleo, pero afectando de manera marginal a la zona occidental de Nueva Orleáns. A medida que
se adentraba en el territorio, el ciclón continuó perdiendo fuerza.
De todas formas, a pesar de la reducción de la alarma, el Centro Nacional de
Huracanes advirtió que el fenómeno sigue siendo muy peligroso: podrían producirse crecidas de la
marea de entre tres y cuatro metros en las áreas situadas al este del ojo, el lado riesgoso de los
huracanes en el hemisferio norte. También existe el peligro de la formación de tornados en los
extremos del huracán, que tiene un radio de unos 80 kilómetros.
Gobierno alerta. El presidente George W. Bush decidió no asistir ayer a la
apertura de la Convención Nacional Republicana para viajar en cambio a Texas y reunirse con
empleados de grupos de emergencia y evacuados.
El mandatario enfatizó que la coordinación para responder a las consecuencias
del huracán Gustav fue mejor que durante el huracán Katrina, que devastó la costa estadounidense
del Golfo de México hace tres años y destruyó la reputación de su gobierno para lidiar con las
crisis.
La semana pasada Gustav tenía categoría cuatro cuando afectó áreas de Haití,
República Dominicana, Jamaica y Cuba, dejando un saldo provisional de 94 muertos.
El ojo del meteoro entró a tierra antes de las 10 de la mañana cerca de la
población de Cocodrie, el corazón de la industria pesquera y petrolera de Louisiana, con vientos de
unos 175 kilómetros por hora.
Antes de tocar tierra fue degradado a categoría dos, lo que elevó las esperanzas
de que Nueva Orleáns pudiera escapar de las inundaciones que causó el Katrina.
El agua pasaba por encima del Canal Industrial de la ciudad, pero funcionarios
locales y del cuerpo de ingenieros del ejército dijeron que los diques, parcialmente reconstruidos
luego del paso del Katrina, podían resistir.
En agosto de 2005 ese mismo dique se rompió causando efectos desastrosos. En
aquel entonces el Katrina llegó a tierra con la fuerza de un huracán de categoría cuatro, inundando
un 80 por ciento de Nueva Orleáns y matando a unas 1.600 personas.
Nerviosismo. Los pocos residentes que se negaron a dejar la ciudad aguardaban
ayer con nerviosismo la embestida de la tormenta. Alrededor de dos millones de personas abandonaron
el sur de Louisiana, mientras decenas de miles salieron de las costas de Mississippi, Alabama y
Texas ante el recuerdo del Katrina.
Aún se desconoce si Gustav produjo daños personales o el alcance de los daños
materiales en las zonas de Louisiana afectadas. Según las autoridades, unas 450.000 personas se
encontraban sin electricidad. Anoche el huracán había descendido a la categoría uno y se dirigía al
noreste de Texas.