Aumenta la escalada armamentista en la península de Corea. Corea del Norte lanzó este miércoles dos misiles balísticos frente a su costa oriental, hacia el Mar de Japón. Es la primera prueba de misiles balísticos del país en seis meses y una violación de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que prohíben a Corea del Norte realizar este tipo de pruebas. Horas antes, Corea del Sur probó un misil balístico lanzado desde un submarino sumergido.
Horas después del lanzamiento de los misiles norteños, Corea del Sur anunció que su presidente, Moon Jae-in, acababa de asistir a la prueba del primer misil balístico lanzado desde un submarino, lo que convierte a Corea del Sur en el séptimo país del mundo que opera con este tipo de armas, conocidas por su sigla en inglés, S.L.B.M., después de Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia e India. El test surcoreano estaba anunciado y planificado con antelación, y no fue por tanto una reacción a los dos lanzamientos de Norcorea.
Las pruebas de misiles realizadas por ambas Coreas el mismo día pusieron de manifiesto la intensificación de la carrera armamentística en la península coreana, mientras las conversaciones de desarme nuclear entre Washington y Corea del Norte siguen estancadas. También subrayaron la creciente preocupación por la estabilidad regional, y el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, calificó el lanzamiento del misil norcoreano de "escandaloso" y de amenaza para la paz.
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El dictador norcoreano Kim Jong-un, observa satisfecho un lanzamiento de un misil balístico.
"Es un timing extraordinario que no haya una sino dos Coreas probando misiles balísticos el mismo día", dijo el profesor John Delury de la Universidad de Yonsei a la AFP. "Habla del hecho de que hay una carrera armamentística en esta región".
El diario de Seúl The Korea Times señala que especialistas en Pyongyang dijeron que los test son vistos como una protesta contra un reciente ejercicio militar combinado entre Corea del Sur y Estados Unidos, pero además se llevaron a cabo durante la visita del ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, a Seúl. Un movimiento muy calculado diseñado para que Pekín inste a Estados Unidos y Corea del Sur a detener lo que el Norte califica de ejercicios militares anuales "hostiles". Corea del Norte tiene prohibido probar cualquier tecnología de misiles balísticos en virtud de una serie de resoluciones de la ONU.
Los recientes lanzamientos demuestran que Corea del Norte ha seguido desarrollando sus armas a pesar de la grave crisis económica. Los expertos afirman que Pyongyang lleva a cabo este tipo de pruebas para mejorar su tecnología y tratar de aumentar su influencia en las negociaciones con Washington.
En su anuncio, Corea del Sur reveló que había desarrollado con éxito un misil de crucero supersónico y un misil aire-tierra de largo alcance para ser montado en el KF-21, un avión de combate supersónico, y que además había desarrollado un misil balístico lo suficientemente potente como para penetrar en los búnkeres de guerra de Corea del Norte.
El lanzamiento de los dos misiles del Norte se produjo un día después de que el enviado especial de Estados Unidos instara al país a reanudar las conversaciones sobre desarme nuclear, diciendo que Estados Unidos no tenía ninguna intención "hostil" hacia Pyongyang. Los países vecinos también han intensificado sus esfuerzos para que Corea del Norte vuelva a la mesa de negociaciones.
Corea del Norte realizó su anterior prueba de misiles balísticos en marzo y el fin de semana probó lo que denominó "misiles de crucero de largo alcance" recientemente desarrollados. Pero Estados Unidos no ha impuesto nuevas sanciones contra el Norte por las pruebas de armamento de los últimos años. Cuando Corea del Norte reanudó las pruebas de misiles balísticos de corto alcance en 2019, Donald Trump, entonces presidente, las desestimó por ser de corto alcance.
El gobierno del presidente Joe Biden ha dicho que explorará una diplomacia "práctica" y "calibrada" para lograr el objetivo de la desnuclearización completa de la península de Corea. Pero Corea del Norte aún no ha respondido a la invitación al diálogo de la administración.
"En lugar de reforzar las sanciones y las maniobras militares, los aliados han hecho hincapié en la voluntad de diálogo y la cooperación humanitaria", dijo Leif-Eric Easley, profesor de estudios internacionales en la Universidad Ewha Womans de Seúl, al The New York Times. "El problema de las respuestas poco contundentes a las pruebas de Corea del Norte es que la disuasión puede verse erosionada mientras Pyongyang avanza en sus capacidades y normaliza sus provocaciones".
Los misiles norcoreanos lanzados este miércoles desde Yangdok, en el centro del país, volaron 497 millas (800 km) y alcanzaron una altitud de 37 millas antes de caer en el mar entre Corea del Norte y Japón.