El cordón industrial del norte rosarino, una zona densamente poblada que concentra la mayor cantidad de fábricas de toda la provincia, suele ser noticia por problemas ambientales relacionados con denuncias de vecinos o de grupos ecologistas por diferentes tipos de contaminación del aire y del agua.
La lista de problemas es larga y para muestra alcanza con enumerar algunos de los hechos que se hicieron públicos en el último tiempo: vecinos autoconvocados denunciaron recientemente a la firma Pelco de Puerto San Martín por contaminación del aire; a principios de diciembre el Taller Ecologista afirmó que nadie controla ni mantiene las instalaciones abandonadas de Petroquímica Bermúdez; a mediados de octubre un derrame de hidrocarburos a la altura de Beltrán obligó a cortar el suministro de agua potable por un día y en esa misma fecha clausuraron una empresa en Baigorria por verter tintas al Paraná.
Olores fuertes, polvillo en el aire, hidrocarburos y químicos en el agua, ruidos excesivos, son algunos de los componentes que figuran en el menú de peligros ambientales, que es amplio en un territorio repleto de puertos cerealeros, industrias petroquímicas y plantas industriales donde se superponen controles de diferentes órganos del Estado y de dependencias nacionales como Prefectura para el caso del río Paraná.
"Es triste decirlo pero el panorama ambiental del cordón es desolador, con escasos o nulos controles estatales sobre las diferentes formas de contaminación", sintetizó Cecilia Bianco, a cargo del área "Tóxicos" del Taller Ecologista, quien rescató en cambio "el gran compromiso de los vecinos" por saber el estado de situación real de sus localidades.
"Por suerte la gente está muy comprometida y los concejales de las diferentes ciudades están siendo muy observados en sus tareas, porque ahora hay una mirada social mas fuerte sobre la política" dijo la ambientalista.
Otra mirada
Desde el gobierno provincial tienen otra mirada: "es el área más industrializada de la provincia y requiere atención especial por el tipo de industrias que hay allí, es complejo tener tantos habitantes y tantas industrias en el mismo territorio", explicó el subsecretario de Ambiente de la provincia, Edgardo Seguro, quien señaló que desde el gobierno buscan "redoblar esfuerzos para controlar la calidad del aire".
Pero en un punto si coinciden las miradas de los ambientalistas y de los funcionarios: la acción directa de los vecinos ayuda a mantener "vigiladas" a las fábricas.
"El creciente grado de conciencia de las personas ayuda mucho al control preventivo porque las denuncias son inmediatas, eso incentiva a las firmas a tener precauciones porque si no pueden ser paradas y eso significa pérdidas económicas", agregó Seguro, quien también señaló que el cordón "es una de las pocas áreas de la provincias donde las municipalidades tienen secretarías de ambiente".
Información
En los últimos años, la falta de información oficial sobre diferentes problemáticas económicas o sociales se volvió una norma de la vida política argentina. "Sin duda existe una decisión por parte de algunos sectores económicos y políticos de no generar información", argumentó Bianco.
"Lamentablemente no tenemos casi ningún número para evaluar el grado de contaminación del cordón", explicó, tras lo cual recordó que en relación a la calidad del aire "hace años que debería haber monitoreos continuos" pero en cambio sólo se recaban "datos esporádicos".
"Esos datos los tiene que recoger la provincia con aparatos que están siempre rotos", denunció, al tiempo que agregó que a pesar de que existe un decreto provincial que permite pedir información pública en materia ambiental las respuestas a esos pedidos demoran "más de un año".Bianco se refería a una red de monitoreo presentada en octubre de 2013 por el entonces ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio como "el primer programa de monitoreo continuo de la calidad de aire mediante la obtención de datos y conocimientos científicos para la preservación del medio ambiente".
Sin embargo, según explicó Seguro, luego de tomar datos durante 2014 los equipos comenzaron a tener fallas y no pudieron ser reparados ante los inconvenientes para importar las piezas.
El subsecretario de Ambiente agregó que eso llevó a que se contratara a la UTN para seguir con las mediciones en 2015 y 2016, pero esos equipos no reportan los datos de manera automática como era la idea inicial del plan.
Según Seguro en el transcurso de 2017 la red volverá a funcionar de manera correcta, con más equipamiento para poder cumplir el principal objetivo del plan: que los vecinos puedan acceder a esos datos a través de la web: "el año próximo aspiramos a tener en funcionamiento la plataforma de consulta".
"El creciente grado de conciencia ayuda mucho al control preventivo porque las denuncias son inmediatas"