En los mensajes de texto enviados al líder de la barra de Newell's Diego "Panadero" Ochoa mientras era investigado por dos homicidios quedó en evidencia, de manera casual, que tres hinchas leprosos detenidos por un asalto le exigían que intercediera ante la policía para ser liberados de la comisaría 5ª, que tiene jurisdicción en la cancha. Por eso, el juez que ahora los procesó por el robo también ordenó a la Dirección de Asuntos Internos que investigue el accionar policial. Consideró que de los mensajes se desprende que "hubo connivencia entre personal de la seccional 5ª y los imputados".
La causa se inició el 12 de mayo de 2013 cuando cinco hinchas de Newell's golpearon y les robaron a dos simpatizantes de Central que volvían de un partido en Arroyito. Los atacaron cuando esperaban el colectivo en Francia y Presidente Perón. Los agresores escaparon en un Fiat Duna claro donde, tras la denuncia de las víctimas, fueron apresados.
Se trata de Fernando Ezequiel Cardozo, José Carlos Marsello y Maximiliano La Rocca, ahora procesados como autores de un robo con armas, delito que prevé de 5 a 15 años de prisión. La resolución fue dictada por el juez de Instrucción Javier Beltramone, quien planteó que las conductas están agravadas por la ley de violencia en espectáculos deportivos, ya que el hecho ocurrió con motivo de un partido de fútbol. A partir de esa normativa podría restringirse su acceso a la cancha.
El juez ordenó remitir copias a Asuntos Internos para que investigue al personal policial bajo sospecha de distintos comportamientos delictivos: sustraer o adulterar pruebas, cohecho y encubrimiento agravado por ser funcionarios públicos.
Esto último quedó en evidencia, a criterio del juez, en las escuchas al celular de Ochoa, a quien Beltramone investigaba en ese momento como instigador del crimen de su ex ladero Maximiliano "Quemadito" Rodríguez. Ochoa fue procesado la semana pasada como autor intelectual de ese asesinato y del de su antecesor en la tribuna Roberto "Pimpi" Caminos.
El hecho. El ataque por el que fueron procesados los tres hinchas ocurrió cuando los jóvenes "canallas" Lucas C. y su tío Estanislao J. volvían del partido que ese día Central empató 1 a 1 con Defensa y Justicia en el Gigante de Arroyito. Alrededor de las 22, contaron las víctimas, un grupo de hinchas con camisetas de Newell's bajó de un Fiat Duna y los atacó. Los golpearon y valiéndose de una traba de volante y una navaja de unos ocho centímetros les robaron las camisetas de Central, una campera y dos gorras negras.
Minutos más tarde la policía los detuvo a bordo del Duna en Pellegrini y Francia, con las cosas robadas en su poder. Lo llamativo es que, en simultáneo, al celular intervenido de Ochoa comenzaron a llegar mensajes de los detenidos, que aquí se reproducen textualmente. "Diego estábamos aca x pellegrini le pegamos a unos sina (hinchas de Central) nos estan llevando a la quinta", reza el primero de la serie.
Ochoa contestó a las 23: "Ahí hablé ahora me dicen como es el tema". En los siguientes, según interpreta la resolución judicial, se refleja la insistencia de los detenidos para obtener protección y asistencia del jefe de la barra: "y diego que onda podés hacer algo o que? Los vigilantes estan re verdugos loco, fijate si haces algo estan un par de los pibes del club". Más tarde, Ochoa recibió un mensaje diciendo "Ya avisé", al cual él respondió: "bueno muchas gracias teneme al tanto que tienen un celular encima y me estan volviendo loco".
"Qué onda Diego, no hiciste nada", le reprocha al día siguiente uno de los presos, que agrega: "Robo calificado y lesiones nos pusieron, están re locos. Nos van a mandar al penal ahora y mañana al juzgado a declarar". Y, por último: "Somos tres nomás. Los pibes del club ya se fueron. Haceme el favor, fijate si podés hacer algo". Al llegar los detenidos al tribunal con tres celulares incautados, todos los mensajes habían sido eliminados. Como los teléfonos habían sido secuestrados durante la detención, y pese a ello siguieron utilizándose, el juez sospechó que existió "connivencia" policial y ya en ese momento dispuso trasladar a los acusados a otros penales.
El caso resuelto ayer en una causa conexa también fue mencionado en la resolución de procesamiento a Ochoa, en el marco de un análisis del funcionamiento de la barra. "Se advierte que el hecho gira en torno a la conocida violencia vinculada a las barras de los clubes rivales de la ciudad", evaluó ahora Beltramone.
Luego de definir a la barra como una "estructura jerárquica organizada con fines delictivos en general", planteó: "Tampoco podemos olvidar que tales organizaciones generalmente cuentan con el aval y respaldo de la fuerza policial, atento se encuentran respaldadas con bienes económicos para ofrecer dádivas a los fines de perpetrar su impunidad. Tal es el supuesto en examen, donde deberá someterse a investigación al personal policial adscripto al momento del hecho en la comisaría 5ª".
Manzana fue a Tribunales
Maximiliano “Manzana” Olivera, un joven que estaba prófugo y es sindicado como “mano derecha” del líder de la barra de Newell’s Diego “Panadero” Ochoa, se presentó ayer en el juzgado de Instrucción Nº 9. Prestó declaración informativa y mantuvo su libertad. “No quedó imputado. Dijo que se enteró del crimen de Quemadito Rodríguez a través de los medios y no siguió declarando”, dijo su abogado, Hernán Tasada.