Buenos Aires.— Un contratista de obras que era investigado como presunto
entregador del crimen del ingeniero Claudio Rosujovsky, cometido hace diez días en la localidad de
San Miguel, se presentó ayer ante la policía y quedó detenido a disposición de la Justicia.
Se trata de Cristian Javier Agesta, quien junto a su
abogado Miguel Angel Pierri, se presentó minutos después de las 20 en la sede de la Delegación
Departamental de Investigaciones (DDI) San Martín.
El letrado estuvo reunido durante la tarde con el
superintendente Antonio Torreira, jefe de Investigaciones de la policía, con quien acordó los
detalles de la entrega de Agesta, quien estaba con pedido de captura desde hacía varios días. "Me
enteré de la situación la madrugada del sábado cuando estaba en la costa, hablé con el abogado y
decidi presentarme", contó a la prensa el propio Agesta instantes antes de entrar a la DDI.
Los investigadores sospechan que este hombre pudo haber
sido el entregador del crimen. Había tenido una relación de trabajo como contratista en una de las
obras del ingeniero.
Para los pesquisas este entregador les dijo a los
delincuentes que el día del crimen Rosujovsky llevaría el dinero para pagar los sueldos de
trabajadores contratados para dos obras que realizaba en Macabi.
Diferencias comerciales. Sin embargo, la defensa sostiene que el empresario no
tiene nada que ver con el hecho, aunque admite que sí tuvo "diferencias comerciales" con la
víctima.
"Yo trabajé con él hace cuatro o cinco meses y tuve una
buena relación personal", explicó el detenido. Además, Pierri aseguró que Agesta no conoce a los
otros dos sospechosos ya detenidos por el crimen. Según las fuentes, estos dos acusados, Néstor
Quiroz y Gustavo Girardi, fueron reconocidos el fin de semana por tres testigos del homicidio del
ingeniero.
Uno de ellos fue detenido el viernes pasado en la localidad
de Castelar, donde le secuestraron una pistola 9 milímetros que podría ser la empleada en el crimen
y un chaleco antibala. En tanto, en otro de los procedimientos, realizado paralelamente en San
Miguel, fue detenido el otro sospechoso al que le hallaron dinero y dos raquetas de tenis y las
respectivas fundas en su poder, reconocidas como las que llevaba en el auto Rusojovsky al momento
de ser asaltado y asesinado.
El ingeniero, que era miembro del directorio del club judío
Macabi, fue asesinado de un balazo en la espalda en Mitre y Defensa, de San Miguel, a las 9.40 del
4 de diciembre pasado. En ese momento, la víctima quiso huir de delincuentes que lo asaltaron
cuando se dirigía al predio de la institución en San Miguel a supervisar obras y a pagar
sueldos. (Télam)