Tres adolescentes de entre 16 y 17 años fueron asesinados ayer a la madrugada a tiros desde un auto en movimiento en una esquina de la localidad bonaerense de Pablo Podestá, en el partido de Tres de Febrero.
Tres adolescentes de entre 16 y 17 años fueron asesinados ayer a la madrugada a tiros desde un auto en movimiento en una esquina de la localidad bonaerense de Pablo Podestá, en el partido de Tres de Febrero.
El violento episodio se produjo poco antes de la una de la madrugada en la zona conocida como Villa París, en la intersección de las calles París y Río Deseado, al noroeste del conurbano, cuando desde un automóvil dispararon contra alrededor de 15 jóvenes que estaban reunidos en esa esquina.
Según indicaron fuentes policiales y judiciales, hubo al menos 10 disparos contra los muchachos y tres de ellos recibieron heridas mortales. Hubo otro menor herido.
Los atacantes escaparon y dejaron el auto utilizado en el hecho, un Fiat Punto de color negro con los vidrios polarizados, abandonado a pocos metros del lugar.
Julio, el padre de uno de los jóvenes asesinados, de nombre Fernando, aseguró que —por los testimonios que le llegaron de los testigos— uno de los asesinos era “conocido” de su hijo y reveló que horas antes ambos habían estado charlando.
También señaló que el ataque se habría originado en una discusión previa de otro de los chicos asesinados y el joven que realizó los disparos, que es el que se había encontrado con su hijo.
“Vino el Fiat negro, detuvo un poco la marcha, y sin mediar palabra, sin decir nombres, tiraron y tiraron... La ligó mi hijo por la espalda, sin poder hacer nada”, se lamentó Julio.
El hombre conjeturó que el asesino, tras discutir con el acompañante de su hijo, fue a buscar ayuda, planificó todo y hasta llegó a robar el auto utilizado, para concretar el ataque.
Julio exigió que “ahora actúe la Justicia” para atrapar a los asesinos porque “ya los chicos que estaban de testigos declararon todos” y brindaron todos los detalles de la balacera.
Las víctimas fueron sorprendidas cuando estaban al costado de un paredón. Si bien las acusaciones recaían sobre uno de los atacantes, últimas informaciones de anoche señalaban que fueron tres, buscados intensamente por la Policía.
Los agresores utilizaron armas de calibre nueve milímetros y, al parecer, se trataría de una venganza. Según Julio, el padre de una de las víctimas, el mayor atacante cuando discutió se marchó diciendo: “Ya van a ver”, y horas después ejecutó la matanza.
Por Tomás Barrandeguy