En medio de tironeos entre el sector y el Concejo, este lunes el estudio de costos de la tarifa de taxis ingresará formalmente al Concejo. Según adelantaron algunas fuentes, arrojaría un desfasaje del 50% respecto del valor actual, y los taxistas piden un incremento del 40%, pero los ediles estarían dispuestos a concederles un 30%.
A las 8.30 se reunirá el directorio del Ente de la Movilidad de Rosario (EMR), y a las 9 está convocada la comisión de Servicios Públicos. Allí, el coordinador de gabinete, Rogelio Biazzi, (presidente del EMR); la Secretaria de Movilidad, Nerina Manganelli, y el representante de la oposición, Carlos Cardozo, recibirán el análisis técnico.
Luego de analizarlo, y en el caso del concejal, decidir si lo acompañará o no con su firma, lo girarán inmediatamente a Servicios Públicos para que el aumento ya esté en condiciones de empezar a ser tratado, algo inevitable vinculado a la espiral inflacionaria.
“Nosotros tenemos que lograr un equilibrio entre que el sistema sea sustentable para que los titulares puedan seguir explotándolo, pero que la gente pueda pagar el taxi. ¿Qué sentido tiene aumentar la tarifa de manera descabellada y que la gente quede totalmente desfasada de la posibilidad de tomar el taxi?”, comentó Cardozo consultado por La Capital.
En este marco, el concejal de Juntos por el Cambio mencionó que a partir de la pandemia el taxi, que era un servicio premium o casi suntuario, se ha transformado en esencial por razones tan diversas como las falencias que sigue teniendo el sistema de transporte, la inseguridad o la ordenanza de alcohol cero.
En ese sentido, dijo que “hay que adaptarse a la realidad de las cosas que pasan en la ciudad, no podemos dejar caer un servicio que hoy es imprescindible, pero tampoco podemos acomodar la tarifa a un punto en donde la gente no pueda pagarla. Ahí está nuestra responsabilidad política y nuestra responsabilidad social”, consideró.
Por el lado de los taxistas, se quejaron por la demora en el tratamiento del pedido. “Es lamentable que recién de casi cinco meses eleven el estudio de costos, cuando la obligación por ordenanza es que sea periódicamente cada dos meses. Esto es producto de una bajada de línea para que no discutamos el aumento”, lamentó Marcelo Díaz, referente de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar).
Por eso, celebró el anuncio de la llegada del análisis, pero debido a que el Concejo sesiona cada dos semanas, y este miércoles seguramente no va a haber una definición, auguró que tendrán que esperar hasta después del 20 de abril para que se vote un aumento.
Para Díaz, la cifra del desfasaje estará entre 70 y 80%, en base a lo que quedó residualmente del último estudio de costos fin de noviembre, un 45%. A eso le suma los aumentos de los últimos cinco meses: por ejemplo, el GNC viene teniendo dos aumentos mensuales, y subió un 50% desde el último estudio de costos. “Y ni que hablar del precio de los autos, o de los repuestos que supera la medida de la inflación del país”, especificó.
Polémica
En tanto, Cardozo se refirió a las polémicas declaraciones de la presidenta del cuerpo, María Eugenia Schmuck, quien advirtió que faltan taxis en las calles y amenazó con que el Ejecutivo evalúa confiscar licencias. “Basta de pedir aumentos, saquen los autos a la calle y terminemos con las avivadas”, fustigó.
Al respecto, dijo que planteará puntualmente en la reunión del Ente si se han dado intimaciones, multas o se han caucionado chapas de titulares por la cantidad de horas en la calle o falencias en los servicios. Es decir, si hay información respaldatoria de los dichos de la presidenta del Concejo.
“En esto tenemos que ser sinceros: hay un acuerdo no escrito entre la Municipalidad y los taxistas para que, a los fines de sostener la viabilidad de las chapas, se trabajen menos horas. Ahora, si se están trabajando menos horas aún que las acordadas y esto ha generado algún tipo de sanciones, lo queremos saber”, expresó. Por eso, preguntarán de manera puntual si se ha detectado que la cantidad de vehículos que tendrían que estar en la calle, no lo están.
Díaz se mostró muy ofendido por los dichos. “La verdad que fueron declaraciones irresponsables. Hay un montón de taxis trabajando. Y una cosa no tiene nada que ver con la otra. Las taxistas que no salieron durante las fiestas fueron sancionados con multas que supera los 30 mil pesos. ¿Y qué tienen que ver los otros que trabajaron? ¿Por qué no le corresponde el aumento cuando el desfasaje es real?”, se preguntó.
En esa línea, pronosticó un año “muy duro” para el sector, ya que entiende que el cronograma electoral complicará la posibilidad de que tengan luego dos etapas de aumento más, que seguramente volverán a necesitar como fue el año pasado. “Los incrementos son para mantener la actividad. La única manera que tenemos es aumentando la tarifa, porque no tenemos ningún tipo de ayuda del Estado. Y menos aún la Municipalidad, que no tiene ni la intención de darnos un crédito blando para poder cambiar las unidades a través del Banco Municipal”, apuntó.
Cruces por Uber
Por otra parte, Schmuck sostuvo que la discusión por las apps como Uber “no da para más” y el tema debe tratarse de inmediato, justo cuando el oficialismo y Juntos por el Cambio buscan reflotar un proyecto de ordenanza que permita la regulación de las aplicaciones de transporte. Para los taxistas, esta no es una cuestión inocente.
“Busca aprovechar y tratar de imponer su proyecto para regularizar Uber, que sería ni más ni menos que destruir la actividad”, disparó Marcelo Díaz, referente de Catiltar. Y se refirió también al argumento que las apps serían la única manera de controlar a los autos para que trabajen. “No se condice con la realidad, porque hoy en día todos los 4.000 taxis están monitoreados a través del CIOR gracias a la implementación del sistema de GPS obligatorio, que le da de manera gratuita al municipio el control y el rastreo de todos los autos”, culminó.