Los investigadores hallaron ayer otro cadáver en una casa donde un hombre disfrazado de Santa Claus perpetró una masacre durante una fiesta de Nochebuena y luego provocó un incendio. El hecho ocurrió en la ciudad californiana de Covina.
Los investigadores hallaron ayer otro cadáver en una casa donde un hombre disfrazado de Santa Claus perpetró una masacre durante una fiesta de Nochebuena y luego provocó un incendio. El hecho ocurrió en la ciudad californiana de Covina.
El teniente Larry Dietz, de la oficina forense, dijo que un décimo cadáver apareció entre los escombros de la casa. Todos los cuerpos recuperados estaban quemados y ninguno ha sido identificado fehacientemente todavía.
El baño de sangre comenzó cuando una niña de 8 años en una fiesta de Nochebuena le abrió la puerta a un hombre disfrazado de Santa Claus, quien portaba algo envuelto como para regalo.
El hombre, Bruce Pardo, extrajo una pistola, le disparó a la niña a quemarropa en la cara y siguió disparando en forma indiscriminada mientras los invitados trataban de huir.
La masacre dejó nueve muertos y la casa incendiada. Pardo, que buscaba vengarse de su ex esposa en casa de sus ex suegros, se suicidó horas después. Se cree que entre los muertos en la casa en Covina, 40 kilómetros al este de Los Angeles, estaban la ex esposa de Pardo y los padres de ésta.
El homicida, de 45 años, no tenía antecedentes penales ni historial de violencia, de acuerdo con la policía, pero estaba molesto por su divorcio de la semana pasada después de un matrimonio que solamente duró un año.