Es triste ver cómo con nuestros impuestos se le paga el sueldo a un concejal para que impulse medidas de tinte fascista. Se lo escuchaba a Diego Giuliano el 9 de mayo, en una radio, impulsar un proyecto para eliminar las áreas VIP de los boliches con el argumento de que “fomentan la discriminación” y son “arbitrarias”. Supongo que Giuliano discrimina de la misma manera cuando no deja entrar a cualquiera en su casa. ¿Por qué los dueños de los boliches no podrían hacer lo mismo? Si alguien va a un a un boliche se atiene a las reglas que dicta el dueño del mismo, si no le gusta tiene todo el derecho de retirarse y de no volver a ir. Medidas como estas violan el uso y disposición de la propiedad, consagrado en nuestra constitución, y tienden a limitar cada vez más las libertades individuales. En vez de seguir agregando regulaciones debería eliminar la monstruosa cantidad de trabas que hay al emprendedurismo; de esta manera (si como Giuliano cree, la demanda de la gente para bares “sin VIP” es tal), se llenará la ciudad de los mismos y habrá opciones para todos los gustos.