Porque fue un lunes a la medianoche, hacía frío, el cielo estaba encapotado y caía una llovizna sobre la región, no fue una tragedia de consecuencias impensadas. Otra hubiese sido la crónica un viernes de calor. Unos 40 metros lineales de calle y 80 de vereda, una escalinata entera de ingreso y un volumen de barranca todavía difícil de determinar se desmoronaron estrepitosamente en el Paseo de la Libertad, sobre la ribera del Campo de la Gloria. La fabulosa obra de ingeniería, orgullo de San Lorenzo, quedó parcialmente bajo el agua.
Ocurrió anteanoche, a las 11.30 según afirmaron las autoridades municipales. La estructura de cemento, inaugurada el 15 de marzo de 2009, cedió. No había gente. Una pareja que estaba barranca arriba llegó a grabar con un celular el derrumbe, que se produjo en pocos segundos a partir de un resquebrajamiento de la placa de hormigón. "Corrámonos de acá, no quiero morir, y vos tampoco vas a morir", le decía el muchacho a la chica, segundos antes de que cayera el paseo y quedara hundido bajo el agua.
Ayer, una romería de gente se agolpó en la zona para ver el espectáculo que ofrecía el paseo interrumpido. Un vallado perimetral impedía a los curiosos bajar al lugar, donde funcionarios del municipio y de la provincia intentaban encontrar una explicación. La calle, interrumpida, dejaba ver el río debajo del paseo, algo que en general no ocurre. Unos 80 metros de barranca se habían desprendido, los hierros de las barandas estaban retorcidos como alambres, y algunas farolas que adornaban el paseo boyaban en el agua. La escalinata central de bajada al río había desaparecido.
Recorrida. El ministro de Infraestructura y Transporte, José Garibay, recorrió en la mañana de ayer la zona del derrumbe y dispuso una evaluación por parte de personal técnico de la provincia para desentrañar las causas del siniestro. También ratificó el compromiso del gobernador Miguel Lifschitz para recuperar lo más rápido posible el paseo que, además, es un monumento histórico nacional.
El funcionario estimó que entre las posibles causas de la caída de un segmento del muelle y los metros de barranca habrían obedecido a "socavamiento a causa de la crecida del Paraná y el oleaje de los barcos". No obstante, aclaró que "no se ha dado ninguna circunstancia excepcional que ya no haya sido prevista en los cálculos del proyecto de diseño de la obra".
Socavaciones y lluvia. En la misma sintonía, el secretario de Obras Públicas del municipio, Leonardo Seoane, conjeturó, siempre en el plano de las suposiciones, que hubo una combinación de al menos dos situaciones: la socavación del río, que está crecido desde hace mucho tiempo, y la lluvia que desprendió la barranca y otorgó a esa inmensa masa de tierra un peso inusitado. A esto se sumaría la acción del oleaje que provocan los barcos que maniobran permanentemente en el lugar.
¿Errores en la construcción? Eso también deberá investigarse. Garibay señaló que "no se superó lo previsto en el diseño en cuanto a la altura del río, ni el tráfico fluvial, ni en la saturación hídrica del suelo, todo está dentro de una condición de calculo". Y estimó que "por tirar una hipótesis, hubo un desprendimiento del cauce, pero para eso hay que hacer estudios específicos del suelo de la barranca, el lecho del río y la estructura misma".
Por lo pronto, los técnicos de la provincia tomarán contacto "con todos los proyectistas de los otros puertos y si han tenido algún antecedente de este tipo".
También se envió gente de la Secretaría de Recursos Hídricos, que participó del proceso de ejecución y proyecto de la obra, para que empiece a ver qué sucedió, "y a partir de ahí iniciaremos estudios de diagnóstico para identificar las posibles causas, para después evaluar cómo está el resto de la estructura y hacer un rediseño", dijo Garibay. La provincia tomó contacto con las dos empresas que hicieron las obras: las contratistas Obring y Supercemento”.
Noche de frío. “Decí que era lunes a la noche, hacía frío y no había nadie. ¿Vos sabés lo que es esto un fin de semana de calorcito? Está repleto de gente. No fue una desgracia por casualidad”, le dijo a La Capital un empleado municipal que custodia una dependencia cercana. “La gente venía de Rosario y se quedaba maravillada con esta obra”, contó.
Entre la gente que se acercó a curiosear había asombro y algo de bronca. “¿Cómo puede ser que una obra tan nueva se caiga así? Acá hay algo raro”, se le escuchó decir a más de uno en el extremo norte del paseo, donde se levanta un avión Mirage que recuerda a los combatientes de Malvinas, y donde está uno de los miradores más privilegiados del paseo.
Desde el punto de vista técnico, el Paseo de la Libertad se compone de dos estructuras independientes: una es el paseo mismo, un camino en voladizo que consta de lozas sobre vigas sostenidas por pilotes que se hunden en el lecho del río, y otra es la defensa de la barranca que se compone de una losa de protección y relleno.
Los estudios deberán establecer qué colapsó primero: si hubo un derrumbe de la barranca que arrastró al paseo, o si una caída de la estructura suspendida derivó en el deslave de la costa.
La intención de la provincia, insistió Garibay, es recuperar lo antes posible “este sitio jerárquico para la provincia y para la Nación, por lo que vamos a poner el máximo empeño y recursos para poner un nuevo proyecto, tal como lo indicó el gobernador Lifschitz”.
Sobre los recursos para la reconstrucción, el ministro afirmó que “primero vamos a evaluar todo y después ver de dónde salen los recursos”, y recordó que “este es un monumento nacional”.