En su artículo 1º la resolución Nº 133 del 29 de abril de 2010 del directorio de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) establece una "bonificación por demanda no abastecida" a los clientes de Pequeñas Demandas que sean alcanzados por interrupciones del servicio por lapsos de más de ocho horas corridas o de tres cortes que excedan las tres horas por bimestre, equivalente al doble de los kilovatios no suministrados por el corte, tomando como referencia el consumo del bimestre del cual se está facturando. Pues bien, en el pasado mes de diciembre fui alcanzado por un corte de 18 horas y 30 minutos; en enero de 2012 otro de 14 horas y en febrero uno de 16 horas y 20 minutos. Las bonificaciones se hicieron efectivas así: 3,94 pesos en la factura del 3º bimestre 2012, y 1,18 peso en la del 4º bimestre (vence el 6 de agosto). Lamentablemente este resarcimiento no alcanza para comprar un abanico para afrontar el próximo verano. ¿Por qué un abanico? Porque no necesita electricidad para moderar o disminuir el calor: funciona manualmente mediante un simple movimiento de vaivén. Además es pequeño, liviano, plegable, fácil de llevar de una habitación a otra, y tiene su "lenguaje", algo que puede ser útil para dialogar sin palabras con los directivos de la EPE. El usuario pasa el dedo índice por las varillas: significa "tenemos que hablar". Si los de la EPE se abanican muy despacio significa "me eres indiferente", y si salen abanicándose al balcón quiere decir "te veré luego". Si el usuario apoya sus labios en las varillas extremas significa "no me fío".