Un médico especialista explicó que los efectos alucinógenos de la ketamina son similares al éxtasis.
Un médico especialista explicó que los efectos alucinógenos de la ketamina son similares al éxtasis.
Carlos Damin, jefe de Toxicología del hospital Juan Fernández de la ciudad de Buenos Aires, dijo que la ketamina "es un medicamento utilizado generalmente como anestésico ya que es un depresor del sistema nervioso central. Lo normal es que se utilice medicamente en forma inyectable, pero cuando se lo usa de una manera distinta es cuando estamos en presencia de un alucinógeno".
El experto explicó que cuando al medicamento ketamina no se lo utiliza en forma correcta, se deshidrata la ampolla que lo contiene en una olla o sartén, quedando el polvo que suele ser aspirado para crear un cuadro de alucinaciones o desvaríos en una persona, que puede llegar a situaciones de suicidio o traumatismos graves, y en menor medida a alteraciones cardiovasculares.
"La alucinación o ver cosas que no están, son consecuencias directas de la ketamina aspirada, son efectos similares a lo que produce la metanfetamina y el éxtasis", indicó Damin, profesor de toxicología de la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Y agregó: "El éxtasis, que es un derivado de la metanfetamina, no es un medicamento, sino una droga clasificada como estimulante, que genera euforia. No tienen nada que ver con la ketamina, pero el efecto o resultado final es el mismo".
Damin indicó que el año pasado, clasificaron 2.212 intoxicaciones por distintas sustancias, estimando entre un dos y un cuatro por ciento las producidas por el éxtasis.
La toxicóloga Mónica Napoli explicó: "La ketamina produce trastornos neurológicos, incapacidad de poder aprender cosas nuevas, trastornos cognitivos, movilidad de las manos y pies".
La profesional explicó que la ketamina tiene un nivel bajo de adicción, mientras que el éxtasis tiene un nivel medio. Ambas drogas traen problemas cardiológicos graves que sólo se ven con el tiempo.