Newell's se puso el partido al hombro. Hizo el gasto. Buscó por cielo y tierra. Metió dos tiros en el travesaño y varias veces exigió los buenos reflejos del arquero Sebastián Sosa. Hizo todo para ganar o al menos no perder. Pero en el fútbol se cuentan los goles y no los merecimientos. Vélez tuvo una eficacia perfecta y se quedó con todo porque su única jugada colectiva limpia le alcanzó para retirarse victorioso del Coloso. Agustín Allione fue el verdugo leproso con una definición que a los 62' echó por tierra el claro dominio rojinegro y terminó decretando el triunfo velezano por 1-0, con todo lo que significa para los de Gareca haber marcado fuera de casa. Pero la serie no está cerrada y Newell's tiene con qué para dar vuelta la desventaja.
El gran pecado leproso fue no estar fino en las innumerables chances que generó del minuto uno al noventa. Siempre se sintió más cómodo con la pelota que su rival y por eso en varias ocasiones lo puso en aprietos. Pero los reflejos de Sosa, los palos y una salvada providencial de Papa en la línea, impidieron que la red visitante se estire. Y encima Insúa inventó un pase de otro partido para Allione, que no perdonó. Ahora la expectativa se traslada a la revancha del martes 14 de mayo en Liniers, donde tras el juego de ida Newell's irá con la sangre en el ojo de no haber sido efectivo y tener que correr desde atrás.
En el primer tiempo Newell's debió irse victorioso. Administró mejor la pelota, sumó mucha gente al ataque y generó un par de situaciones clarísimas de gol, que hicieron temblar el arco de Sebastián Sosa y que por la factura de las acciones merecieron terminar adentro de la red. A los 7' Pablo Pérez metió un sombrero y desde 25 metros sacó una volea deliciosa que reventó el horizontal. Y la otra neta sobre el cierre de la etapa fue en un tiro libre que ejecutó con maestría Scocco, que le hizo otro chichón al travesaño.
Pero estas dos situaciones no fueron las únicas. Porque desde la postura los rojinegros salieron a hacer el gasto y por eso fueron frecuentes las trepadas de Casco y Cáceres por las bandas, algo que Vélez no hizo con Papa ni Cubero, lo que evidenció que a la visita, como era lógico, le preocupaba más cuidar su arco que merodear el de enfrente. Al descanso se fueron con la sensación de que Newell's mereció más que el cero compartido.
Arrancó idéntica la segunda parte. Cruzado envió un córner y Pablo Pérez cabeceó al gol, pero en la línea despejó Papa. Vélez fue saliendo del asedio, Newell's quedó largo como sintiendo el gasto realizado, y a los 17', sí, el número de la desgracia, llegó el castigo irreparable. Insúa frotó la lámpara y la cedió al área para la entrada fulminante de Allione, que la clavó alta en el arco de Peratta. Injusto 0-1.
Martino mandó a la cancha a Tonso y Urruti. Vergini se animó desde afuera y manoteó Sosa. Luego Tonso le dio cruzado y otra vez respondió el arquero. Y la última la tuvo Nacho, que le dio desde afuera y la pelota se fue apenas ancha. No era la noche de Newell's. Perdió por la mínima ante Vélez y ahora estará obligado a ganar en Liniers para acceder a los cuartos de final de la Copa. El equipo de Martino no fue superado en la cancha y es el mejor aliciente porque la serie está abierta.