El viernes pasado, poco después de la medianoche, fuimos víctimas de motochorros en Callao y Weelwright. Lo que iba a ser una noche de festejo terminó de desagradable manera. Dirigiéndome al señor gobernador, al ministro de Justicia o jefe de policía, quiero saber hasta cuándo tendremos que pasar situaciones por las que nos tocó vivir esa maldita noche. Señores, por favor, tengo a mis dos hijas chicas, a mi señora y a mi madre con miedo de salir a la esquina. Yo me pregunto: ¿no se puede hacer nada o no quieren hacer nada al respecto? Por favor, empiecen por cambiar las leyes, que éstas nos amparen a nosotros, a los los trabajadores y no a estos delincuentes. Se los pido en nombre de mis dos hijas chicas que están despertando al mundo. Realmente me siento culpable por lo que vivieron, no me queda otra que seguir pidiendo seguridad. Al señor gobernador, que hablaba de sensación de inseguridad, que me diga qué es esto. Ojalá tenga respuesta de alguna manera porque así no podemos seguir. Aclaro que no tengo inclinación política alguna, soy simplemente un ciudadano.