Buenos Aires. — Un empleado mercantil fue asesinado a puñaladas ante su
novia y sus dos hijos pequeños por delincuentes que lo asaltaron cuando caminaba desde su trabajo
hacia su casa, en el partido bonaerense de Lomas de Zamora. Antes de atacarlo, uno de los
delincuentes le dijo a la víctima que lo tenía que "respetar": eso fue debido a que, al ser
intimidado, le arrojó al suelo la mochila que llevaba en vez de dársela en la mano.
Por el crimen la policía detuvo a dos sospechosos de 20 años que, según
testigos, tienen antecedentes por robos y viven en un asentamiento de ese partido bonaerense,
conocido como Chaco Chico, añadieron las fuentes.
La víctima fue identificada como Carlos Monzón, de 29 años, quien unos días
antes de ser asesinada había sufrido un robo en su casa situada en Vigil al 1100, que fue
desvalijada por ladrones, relataron ayer sus familiares.
El ataque. El incidente se registró el lunes a la madrugada, cerca de la 1,
cuando Monzón, que era encargado del sector de venta de electrodomésticos de un hipermercado de
Temperley, salió de su trabajo cerca de las 23 y se fue a cenar con su pareja, Nadia Cádiz, de 26
años, y dos de sus tres hijos, de 6 y 10 años.
Tras la cena, los cuatro decidieron ir caminando a la casa de Monzón, situada a
unas 30 cuadras, ya que a esa hora no había colectivos y los remises sólo trasladan a pasajeros que
poseen código de clientes.
Al llegar al cruce de Laprida y Massenet, la familia fue interceptada por dos
delincuentes armados que le exigieron las pertenencias.
Según relató luego el hijo mayor de la víctima a la policía, los ladrones le
pidieron a su padre la mochila negra que llevaba colgada, por lo que éste se la quitó y la arrojó
al suelo.
A uno de los asaltantes le molestó esa actitud y le dijo a Monzón que la
levantara y se la entregara en la mano. Cuando el joven obedeció, el delincuente le dijo: "Muy
bien, vos me tenés que respetar", tras lo cual lo atacó de tres puñaladas y huyó con su
cómplice.
Monzón fue llevado herido al hospital Gandulfo, donde murió cerca de las
6.30.
Un cuchillo. Si bien inicialmente se informó que el joven había sido atacado con
un destornillador, los médicos que lo asistieron en el hospital le confirmaron a su familia que el
arma empleada fue un cuchillo de cocina dentado, cuya hoja quedó en el interior del cuerpo de la
víctima.
Tras el homicidio, la policía apresó a dos sospechosos, identificados como
Federico Giménez y Germán Ameijeiras, ambos de 20 años, el primero sindicado como autor material
del homicidio.
Giménez fue localizado cuando intentaba ingresar a una casa de Rivera y Chopin y
el otro acusado fue atrapado en el interior de una vivienda de Portela y Chopín.
La evidencia. En poder de los detenidos se secuestró un cuchillo y una mochila
negra que la novia de Monzón reconoció como la robada a su pareja.Ambos acusados quedaron a
disposición de la fiscalía 9 de Lomas de Zamora y serán sometidos a ruedas de reconocimiento,
agregaron los informantes.
La madre de la víctima, Filomena, dijo ayer a la mañana que su hijo en ningún
momento se resistió al asalto: "Lo mataron como a un perro, por asesinos que son, nada más, porque
él entregó todo lo que tenía. La vida de mi hijo no se puede recuperar. Yo quiero justicia,
aquellos que están encargados de la Justicia que se encarguen porque ellos también tendrán hijos,
sobrinos y nietos", añadió la mujer, conmovida. Los restos de Monzón fueron velados en la cochería
de Uriarte 1110, de Lomas de Zamora, e inhumados en el cementerio municipal. (Télam)