La suba del dólar blue pone nerviosos a muchos, pero otros aprovechan para hacer buenos negocios y tienen así, una mirada distinta de lo que sucede con la moneda que cotiza en el circuito informal.
La mayoría de la liturgia económica mira al dólar blue como el dragón que se devora la actividad económica. Sin embargo, nada es terminal en la Argentina.
En los países con fuertes mercados de capitales, como es el caso de Estados Unidos, los analistas y economistas miran la evolución de la Bolsa y los rendimientos de los bonos soberanos. La cotización de las empresas genera efecto riqueza o pobreza a los inversores, lo cual es central para saber las perspectivas futuras.
En países en donde la apertura accionaria de las empresas es escasa, los inversores miran el riesgo país, que surge de comparar el rendimiento de los bonos soberanos, versus el rendimiento del bono de tesorería americano, que es la referencia mundial de las inversiones. Esto es lo que se denomina riesgo país, algo que alguna vez fue seguido muy de cerca por la mayoría de los argentinos.
En la actualidad, el país carece un mercado de capitales fuerte, y la tasa de rendimiento de los bonos de la deuda pública no son referencia, ya que Argentina no logra tomar deuda en el exterior. En este caso, el termómetro de las inversiones pasa a ser la diferencia de cotización entre el dólar blue (marginal, informal o negro) y el dólar oficial.
En la Argentina el dólar blue cotiza a 7,60 pesos y el dólar oficial en 4,97, con una brecha superior al 50%. Si bien consideramos una brecha excepcional por la demanda de dólar turista, esto no deja de tener impacto en la actividad económica, inclusive dentro de un mismo sector.
Construcción. Es muy común escuchar a quienes adquirieron una propiedad antes del año 2011 que hoy no la pueden vender. En el mercado todo se puede vender, aunque depende del precio. Estos propietarios inversores no desean vender la propiedad por debajo de los dólares que desembolsaron para adquirirla, algo que es imposible en este escenario, porque en el año 2011 el dólar estaba en torno de 4,00 y hoy el blue está en torno de 7,50. Los que desean vender su casa terminada, y recibir los mismos dólares que en el año 2011, tienen una operación imposible de realizar.
sacando cuentas. Aquellos que tienen dólar blue, y desean comprar una propiedad en pesos, han visto cómo, desde noviembre pasado a la fecha, las propiedades cayeron en términos de dólares. El metro cuadrado en pesos estaba en torno de $ 10.000 en noviembre de 2012, este precio a un dólar blue de 6,30 te daba un valor de U$S 1.587 el metro cuadrado. En la actualidad, el metro cuadrado en pesos aumento a $10.500 y el blue paso a 7,50, por ende, el metro cuadrado en dólares se ubica en U$S 1.400. En este caso no hay que dudarlo, arbitrar dólar blue por propiedades es un excelente negocio.
Otra mirada, de un caso real, era el de un inversor que contaba con u$s 100.000 para comprar una propiedad pero no llegaba al precio solicitado en pesos, la devaluación de los últimos meses lo arrimó al precio final y pudo concretar la compra.
No sólo se puede conseguir un mayor valor del dólar en el blue. Recordemos que si vendemos dólares a través de los títulos públicos, el valor es de 6,50 y es mucho más alto que el dólar en las casas de cambio.
Autos. Los autos son otro caso de excepción. Los vehículos importados alemanes, en cualquier tipo de margen, tienen un precio e entrada en torno de los $ 200.000. Con el dólar blue quedan a un precio inferior a los u$s 30.000 algo impensado en la Argentina hace un año atrás. Esto hizo que la demanda explotara en estos rubros. Respecto a los autos nacionales aumentan entre un 15% y 20% al año. Con esta suba del blue, el primer auto está por debajo de los u$s 10.000 y un buen mediano nacional no llega a los u$s 16.000. En usados los precios en dólares se derrumbaron, y esto empujó la demanda.
Viajes. La costa Atlántica está vacía, pero nadie habla del boom turístico de los cruceros o los paquetes turísticos con todo incluido en Brasil. Con precios por debajo de puntos turísticos tradicionales nacionalesa, muchos argentinos mutan de 15 días en la costa por 7 u 8 noches con todo incluido en crucero o en Brasil. Es la misma plata, se paga en pesos, en cuotas y cuando subís al crucero o llegás al complejo, sólo tenes una pulserita que te permite no poner nunca más la mano en el bolsillo.
Conclusión. No es deseable tener un dólar blue, no lo fomentamos, pero queremos reflejar la otra cara del fenómeno, esa que le permite al tenedor de dólares hacer una diferencia. También podría comprar mercadería para el negocio, colocar dinero a tasa de interés o tantas otras cosas, la idea es no dejar pasar la oportunidad, y arbitrar dólar por el bien deseado.
El dólar es una mercadería, no un sentimiento. Si lo toma como un sentimiento no lo larga más, y se lo dejará a los herederos. Eso sí, recuerde que la única plata que suya, fue la que se gastó.