Daniel S. se disponía a guardar su auto en una casa del barrio Azcuénaga el domingo a la noche cuando tres hombres armados lo emboscaron y lo obligaron a introducirse en la vivienda, donde estaba la madre, la dueña de la propiedad. Fue entonces que el hombre y la mujer quedaron a merced de los malhechores. En escasos minutos, los ladrones desvalijaron la casa y se marcharon con el auto de Daniel S. Hasta anoche, al cierre de esta edición, el vehículo y los asaltantes no habían sido localizados por la policía.
Una fuente policial indicó que todo se inició a las 23 del domingo. A esa hora Daniel S. llegó en un Citroën C3 a la casa de la madre situada en San Juan al 4900. El hombre bajó del vehículo, abrió el portón del garaje y, cuando se disponía a subir nuevamente al auto para meterlo en la cochera, fue abordado por tres hombres jóvenes. Uno de los recién llegados exhibió un arma de fuego y gritó: "Esto es un asalto".
Atados. Sorprendido, Daniel S. no esbozó resistencia y entonces los recién llegados lo obligaron a meterse en la vivienda. Allí estaba la madre del hombre asaltado. Enseguida la mujer también fue controlada por los intrusos. "Los ladrones les ataron las manos al hombre y a la madre", explicó otra fuente policial consultada por LaEN_SPACECapital.
Primero los asaltantes le exigieron a Daniel S. que les entregara dinero, pero el hombre les respondió, según el vocero policial, que no tenía efectivo.
Entonces, los malhechores comenzaron a recorrer la vivienda en búsqueda de elementos de valor hasta que lograron su cometido. Recogieron siete mil pesos que estaban guardados en uno de los ambientes de la propiedad. También se llevaron un televisor, otros artículos electrónicos y tres teléfonos celulares.
Con el botín en su poder, los malhechores cargaron los objetos sustraídos en el Citroën C3 de Daniel S. y emprendieron el escape. Tras la huida de los asaltantes, el hombre asaltado denunció el atraco al 911. Daniel C. les comentó a los efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) que los delincuentes tenían entre 25 y 30 años.
Sin comentarios. Un cronista de La Capital intentó conocer más detalles del suceso, pero la esposa de Daniel S. prefirió no comentar lo que había ocurrido. "Le pido disculpas, pero no me siento bien", se excusó la mujer. Ayer a la tarde, un alto jefe de la PDI señaló que el auto robado no había sido localizado. La pesquisa del caso quedó a cargo de la fiscal de Investigación y Juicio Gisela Paolicelli.