La soja disponible volvió a perder terreno y cerró por debajo de los 500 dólares la tonelada en el mercado de Chicago, para terminar ayer la jornada en 495,99 dólares, un 1,27 por ciento menos que el lunes.
La soja disponible volvió a perder terreno y cerró por debajo de los 500 dólares la tonelada en el mercado de Chicago, para terminar ayer la jornada en 495,99 dólares, un 1,27 por ciento menos que el lunes.
El factor principal que explica la tendencia a la baja de la cotización de la oleaginosa, que llegó a mínimos de los últimos 17 meses, tiene que ver con la perspectiva de una abundante oferta para los próximos meses, atada a la muy buena campaña que se espera en Estados Unidos, donde el clima al menos hasta ahora es excelente para los rindes.
Otro factor técnico es que en los últimos días los inversionistas se inclinaron a vender maíz y trigo para comprar soja, y esta tendencia ahora se invirtió.
Según Dante Romano, del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral de Rosario, la caída en los valores tiene que ver con que "se está terminando de hacer un ajuste de un escenario de estrechez muy grande con stocks muy bajos", debido a las malas campañas pasadas tanto en Estados Unidos como en Sudamérica por cuestiones climáticas.
Este año, en cambio, la perspectiva es muy diferente, ya que la cosecha argentina fue muy buena y la campaña que se desarrolla en este momento en Estados Unidos "viene muy bien también".
Esto provoca que los operadores ven que ya a partir de septiembre y octubre, habrá muy buena disponibilidad de soja en el mundo. "Veníamos con precios muy altos porque estábamos influenciados por la baja disponibilidad de la campaña anterior".
Ante la cercanía de una muy buena campaña 2013/14, se produce un "ajuste muy violento" de precios porque los compradores decidieron hacer una pausa en sus compras.
Romano explicó que, para eso, China decidió utilizar reservas para poder empalmar las campañas, mientras que en Estados Unidos decidieron importar soja argentina para llegar a noviembre. "Por eso se ajustó muy rápido el precio de la cosecha".
La tendencia a la baja que desde hace varias semanas muestran las materias primas encendió las alertas sobre el posible final del superciclo de commodities que el mundo atraviesa desde hace una década, y que estuvo acompañado de cotizaciones récords para los alimentos de la mano de una demanda creciente y de algunas malas campañas por cuestiones de clima.
En la opinión del consultor "no se trata de un cambio estructural" ya que las cotizaciones "siguen siendo buenas" en términos históricos.
De todas maneras, explicó que el contraste es especialmente fuerte por los precios extraordinarios del año pasado: "Suele pasar que cuando hay un ajuste tan fuerte, en algún momento aparece un rebote, aunque hoy la cercanía de la cosecha estadounidense indica que tendremos precios débiles hasta que la campaña nueva se acomode".
Esta situación encuentra a los productores locales con alrededor de 20 millones de toneladas de soja en su poder, un dato que se sentirá ya que recibirán menos dólares a futuro.
Trigo y maíz
El trigo y el maíz operaron en alza en el mercado de referencia. El trigo avanzó un 0,57% para ubicarse en 240,74 dólares, sostenido por una mayor demanda en todo el mundo. En particular, Egipto, un gran consumidor, hizo su cuarta licitación para comprar el grano en un mes. El maíz mostró una sensible mejora del 1,27% para llegar a los 195 dólares.