El Papa Francisco y su antecesor el Papa emérito Benedicto XVI se abrazaron ayer en la basílica de San Pedro. Por primera vez en la historia se encontraron dos Pontífices en un nombramiento de cardenales.
El Papa Francisco y su antecesor el Papa emérito Benedicto XVI se abrazaron ayer en la basílica de San Pedro. Por primera vez en la historia se encontraron dos Pontífices en un nombramiento de cardenales.
Joseph Ratzinger, vestido con un abrigo blanco sobre sotana del mismo color y con el solideo blanco, se ubicó en la primera fila, al lado de los puestos de los miembros del Colegio cardenalicio, y fue saludado "con afecto y veneración" por el nuevo cardenal y secretario de Estado, Pietro Parolin.
En el discurso inicial, Parolin le dijo: "Encantados de su presencia ente nosotros", palabras que provocaron un largo aplauso entre los presentes.
El próximo 28 de febrero se cumplirá un año de la renuncia de Benedicto XVI a su pontificado. Desde entonces vive en el convento Ma-tter Eclesiae junto a su secretario y discípulo, el arzobispo Georg Ganswein, y las cuatro laicas consagradas de la comunidad "Memores Domini" que se ocupan de su aposento, de su correspondencia y de recibir sus visitas.
El Papa emérito, que lleva "una vida oculta al mundo", se encontró cuatro veces con Francisco "oficialmente", por lo que su presencia en la basílica de San Pedro, ayer, resultó la gran sorpresa.
Por Claudio Berón
Por Alvaro Torriglia