La mitología relata navidades anteriores a Jesús. Todas ocurrieron en un 25 de
diciembre y una estrella las anunció. Esos dioses surgieron de vírgenes, tuvieron 12 discípulos,
hicieron milagros, fueron traicionados y murieron crucificados, pero resucitaron al tercer día.
Un video de la CNN, difundido en www.zeitgeistmovie.com explica por qué Jesús y
los otros fueron el equivalente del Sol. Lo mismo hace el libro "Los misterios de Jesús. El origen
oculto de la religión cristiana", de Timothy Freke y Peter Gandy.
La muerte y resurrección del Sol se liga al solsticio de invierno en el
hemisferio Norte, lo que ocurre cerca del 21 de diciembre, pero que debido a la precesión
equinoccial, antes ocurría el 25 de diciembre.
Pero, 3.500 antes, en Egipto, un 25 de diciembre, había nacido Horus, apodado
"verdad de la luz" o "hijo elegido de dios", tuvo 12 discípulos, fue bautizado por Anup y
traicionado por Typhon, murió en la cruz y al tercer día resucitó.
Similar estructura se repite en otras culturas: Atis nació en Frigia, hace 3.200
años, de una virgen; una estrella lo anunció; hizo milagros, tuvo discípulos, lo crucificaron y
resucitó.
En tanto, en Persia, Mitra también nació de una virgen un 25 de diciembre, tuvo
12 discípulos, produjo milagros, murió y resucitó al tercer día, lo llamaban "la verdad" y lo
adoraban en domingo.
En Grecia, 500 años antes que Jesús, un 25 de diciembre y también de madre
virgen, nació Dionisio, el "rey de reyes", quien transformaba el agua en vino y resucitó tras ser
sacrificado.
¿Por qué todos comparten una misma fecha y forma de nacer, vivir y morir? Esto
sólo adquiere sentido si se piensa que fueron a su tiempo una representación del Sol.
En Zeitgeist se plantea que la secuencia del nacimiento de Jesús es astrológica
y que la estrella que lo anuncia y apunta al Este, es Sirio.
En diciembre, Sirio se alinea con tres estrellas brillantes del Cinturón de
Orión, conocidas como "Los Tres Reyes". Así, los tres magos pudieron haber sido astrólogos o una
metáfora de esas estrellas que siguen a Sirio y señalan por dónde renacerá el Sol.
La virgen no aludiría a María, sino al signo de Virgo, que en latín significa
virgen y que astrológicamente es representado por una mujer con una espiga de trigo. En tanto,
Belén significa "casa de pan".
También se especula con que Cristo nació en septiembre, bajo el signo de Virgo y
ascendente Piscis, signo que da nombre a la era astronómica en curso.
Solsticio. Para los antiguos el solsticio de invierno simbolizaba el proceso de
la muerte: el 21 de diciembre, en el hemisferio norte, el Sol llega por el Sur al punto más bajo
del horizonte, se "frena" cerca de la constelación de la Cruz del Sur y queda allí tres días, antes
de cambiar de rumbo. Es el fenómeno que en astronomía se conoce como "Sol quieto".
El 25 de diciembre, el Sol retoma su marcha a la inversa, hacia el norte, a
razón de un grado por día, anunciando jornadas cada vez más luminosas en el hemisferio boreal.
La creencia de que el hijo de Dios murió en la cruz y al tercer día resucitó se
reduciría a un simbolismo astronómico: el Sol "muere" cerca de la Cruz del Sur y a los tres días
"resucita", es decir, cambia de rumbo y le trae al Norte cada vez más luz.
Esto explicaría por qué Jesús, Horus, Atis y todos los otros comparten el
proceso de la cruz y del resucitar a los tres días. Para Zeitgeist, los 12 discípulos son las 12
constelaciones zodiacales, que el Sol recorre anualmente; y la cruz cristiana es la cruz del
Zodíaco, que divide al año en cuatro estaciones.