Nadie hubiera creído que el niño de sonrisa amplia y compradora que captó las miradas de la
plana política nacional y provincial fuera el mismo que ayer seguía en estado de shock en una sala
del Hospital de Niños Vilela. Brian Ezequiel Ojeda, ahijado de Néstor Kirchner por ser el séptimo
hijo varón de una familia humilde, sufrió la amputación de media pierna derecha tras haber sido
arrollado por un tren carguero. El hecho se produjo el sábado, hacia las 16, cuando el pibe jugaba
con un grupo de amigos en la zona de Circunvalación y Presidente Quintana, donde llegan las
formaciones ferroviarias que ingresan al puerto local.
Las circunstancias que llevaron al chico de 9 años a terminar bajo las
vías del tren aún no están claras. La Capital pudo hablar con el propio Brian, quien ayer
permanecía muy shockeado y no podía recordar cómo había llegado hasta el hospital.
Lo que sí existe es el testimonio que dejó en la seccional 16ª su papá,
Juan Abel Ojeda, a quien le avisaron el sábado a la tarde que su séptimo hijo varón estaba tirado
sobre las vías del tren en Circunvalación y Quintana. El chico, que vive junto a sus padres en esa
calle al 200 bis, había salido de su casa un rato antes. Quien llegó primero al lugar del accidente
fue Diego, su hermano de 34 años, que ayer lo acompañaba en el Vilela.
“Estaba a unos 12 metros de la vía, jugando a la pelota con unos
pibes y no me explico cómo llegó a ese lugar. Cuando me hice presente ya estaba Prefectura y la
policía”, comentaba el hombre en la sala 1 del centro de salud. “Por ahora queremos
dejarlo tranquilo, y después contactar a algunos testigos para que nos cuenten qué pasó”.
La zona —a diferencia de otros tramos urbanos de la traza
ferroviaria— no cuenta con asentamientos a poca distancia de la vía. Es el ingreso de vagones
al puerto de Rosario, donde se recorta un terreno de cañaverales y barranca. Tras el episodio tomó
intervención la seccional 16ª, donde se labró un sumario que fue remitido al juzgado correccional
en turno bajo la carátula de accidente con lesiones culposas. Y resulta factible que se disponga la
identificación del maquinista de la formación para que preste testimonio y se inste a la compañía
ferroviaria a que remita la filmación de la cámara de seguridad que poseen la mayoría de las
locomotoras.
En la tarde de ayer, Brian descansaba en una cama de internación del
Vilela, tras habérsele practicado la amputación y toilet quirúrgico por la pérdida de una parte de
su pierna derecha. “No me acuerdo de nada”, repetía muy angustiado entre lágrimas
mientras le controlaban la fiebre. Travesura o imprudencia, hasta ayer nadie podía descifrar lo que
pasó por la cabeza de un chico de 9 años que jugaba al fútbol y se había ganado un beca en el Club
Tiro Suizo para practicar natación.