El señor Miguel Angel Aguilar, en su carta del pasado viernes, pretende limitar mi posibilidad de opinión a lo estrictamente musical, ya que según él parece ser el único campo en que puedo manifestarme. Comenzaré informando a don Miguel Angel, quien me compara con Maradona, que contrariamente con lo que ocurre con éste, mis intereses desde niño han sido variados. Me he dedicado a la cría de gusanos de seda (hilaba el producto); al aeromodelismo (construí con un amigo uno de los primeros modelos con motor a explosión de Rosario); al ferromodelismo (mis modelos estuvieron en exposición en Amigos del Riel); a la electrónica (construía combinados); con mi hermano Iván creamos una de las primeras organizaciones democráticas de estudiantes secundarios (Udja); la fotografía titulada "Don Hilarión" obtuvo un primer premio en un concurso provincial; mi carta en contra del Tren Bala fue la primera del tema publicada en esta sección, y se fundamentaba en el récord sudamericano con locomotora a vapor, creo, del año 1939; estudié arquitectura; soy reconocido por mi posición antitotalitaria (antinazi y antimarxista); estoy en contra de la intolerancia y el fanatismo (mis cartas publicadas aquí, así lo demuestran); soy cofundador del Cine Club; he colaborado en publicaciones literarias (Espiga) y soy invitado frecuentemente a diversos programas de radio y televisión, donde manifiesto mis opiniones respecto a variadas cuestiones de interés general. Como puede ver, don Aguilar, soy en mi campo algo más que un Maradona. Ahora bien, yendo a mi carta, le recuerdo que demuestro "estadísticamente" el egocentrismo de CF de K. Usted evade el punto. ¿Será que no tiene argumentos? Respecto a la "tilinguería", imagina que los jefes de Estado la festejan. No soy responsable de la tilinguería de algunos de éstos, pero resulta que otros se ríen, y evidentemente usted confunde sorna con solidaridad. En la persona de nuestra presidenta, se ríen de nosotros: los argentinos. Repito: le recomiendo se informe al respecto. Lea los comentarios de los diarios europeos. Puede llegar a sorprenderse.