Excavaciones arqueológicas realizadas en Alemania permitieron descubrir restos
de una feroz batalla entre germanos y tropas del Imperio Romano en el siglo III después de Cristo.,
lo que fue catalogado por los especialistas como "sensacional" porque extiende en varios siglos la
ocupación romana en esa región.
Los investigadores indicaron que el descubrimiento "puede
hacer temblar la imagen histórica de aquellos remotos tiempos, ya que no había evidencias de
grandes legiones en esa época.
El sitio del sangriento combate se ubica de la localidad de
Northeim, en Baja Sajonia, unos 240 kilómetros al oeste de Berlín, en una de las regiones más
norteñas que ocuparon en su momento las tropas romanas en la provincia que denominaron Germania,
indicaron ayer arqueólogos.
"El valor del hallazgo radica en la gran cantidad de
objetos encontrados y porque es el escenario militar de la época romana que en mejor estado se ha
conservado", dijo Michael
Wickmann, uno de los responsables de los estudios.
Hasta ahora se encontraron unas 600 piezas, sobre todo
armas. "Es fascinante ver cómo se pueden reconstruir con ellas los acontecimientos militares de la
época", dijo Wickmann.
Una clave. Con este hallazgo se demuestra, por ejemplo, que los romanos
disponían de importantes contingentes militares en la región, aún 200 años después del llamado
Desastre de Varo, también conocida como la batalla de la selva de Teutoburgo.
En el enfrentamiento, fuerzas de varios pueblos germanos
liderados por Arminio diezmaron en una cruenta batalla la legión romana, compuesta por 18 mil
hombres que comandaba Publio Quintilio Varo, en el año 9 de la era cristiana.
El bosque de Teutoburgo exigía a las orgullosas tropas
imperiales a marchar casi en fila india bajo la lluvia y por estrechas sendas entre montaña y
ciénagas. El barro frenaba a los legionarios que arrastraban el peso de las armaduras, escudos,
capas mojadas y cargamentos. Durante tres días sus flancos fueron acosados por germanos que surgían
de la espesura. Así, perdieron tres legiones completas y los pocos sobrevivientes fueron
sacrificados.
Aquella batalla desatada en la zona montañosa cercana a la
actual ciudad alemana de Osnabrück es considerada como uno de los hitos fundadores del nacionalismo
germano.
En el año 13, Julio César Germánico invadió la misma
región. Con un ejército de unos 80 mil hombres buscó vengar la sangre de los legionarios, enterró a
los muertos de las tropas de Varo y llevó a cabo escaramuzas en toda la zona.
Tres años después, las fuerzas de Germánico y Arminio se
enfrentaron en Idistaviso (Angrivarierwall) cerca del río Weser.
Los romanos evitaron una devastadora derrota. De todas formas, esa batalla
marcó el fin de los onerosos intentos del Imperio Romano para ocupar territorios ubicados en el
actual norte alemán. l (DPA)