Durante su visita a Tierra Santa el Papa Francisco invitó ayer al presidente palestino, Mahmud Abbas, y a su par israelí, Shimon Peres, a acudir al Vaticano y unirse en una oración por la paz en la región.
Ambos líderes aceptaron ayer la invitación papal, que se produce un mes después del colapso del último intento político por negociar un tratado de paz.
La reunión tendrá lugar presumiblemente el próximo mes, es decir, antes de que el mandato de Peres, quien cumple fundamentalmente con funciones representativas en el gobierno israelí, llegue a su fin en julio. Según destacó el Papa, el encuentro apunta a "elevar juntos una intensa oración pidiendo a Dios el don de la paz".
"Todos tenemos el deber, especialmente los que están al servicio de sus pueblos, de ser instrumentos y constructores de la paz, sobre todo con la oración", subrayó Francisco.
Tras visitar Belén, el argentino fue recibido con honores militares en Israel por Shimon Peres y el primer ministro Benjamin Netanyahu. Tal como lo hizo en la ciudad cisjordana de Belén, Francisco urgió a los líderes a buscar la paz y a no abandonar las negociaciones para conseguirla.
"Suplico a cuantos están investidos de responsabilidad que no dejen nada por intentar en la búsqueda de soluciones justas a las complejas dificultades, de modo que israelíes y palestinos puedan vivir en paz", afirmó Francisco.
En ese marco, el Papa reiteró el llamado que hizo allí Benedicto XVI: "Que sea universalmente reconocido que el Estado de Israel tiene derecho a existir y a gozar de paz y seguridad dentro de unas fronteras internacionalmente reconocidas. Que se reconozca igualmente que el pueblo palestino tiene derecho a una patria soberana, a vivir con dignidad y a desplazarse libremente". Que la solución de los dos Estados "se convierta en una realidad y no se quede en un sueño", insistió.
Respecto del antisemitismo y el Holocausto, el Papa subrayó que la educación y la tolerancia son los medios para eliminar la discriminación y la exclusión de las personas. "Pido a Dios que nunca más suceda un crimen como el de seis millones de judíos víctimas de la Shoah", dijo.
En sus palabras de bienvenida, Netanyahu destacó la importancia de proteger la libertad de culto en todos los lugares sagrados y reiteró su condena al tiroteo el sábado en el Museo Judío de Bruselas, en el que murieron tres personas.
Israel celebra sus buenas relaciones actuales con el Vaticano, "en especial a la luz del pasado", indicó el jefe de gobierno, y agradeció al Papa su decisión de colocar una corona de flores en la tumba del fundador del movimiento sionista, Theodor Herzl.
Ese no fue el único gesto de conciliación del día. En horas posteriores del domingo, Francisco celebró un encuentro ecuménico en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén junto con el patriarca de Constantinopla, Bartolomeo, para conmemorar la reconciliación entre ambas Iglesias cristianas hace 50 años (ver aparte).
La ceremonia podría considerarse histórica, ya que es la primera vez que los líderes de las iglesias católica y ortodoxa ofician un servicio juntos allí en el último medio siglo. El acto recordó el encuentro de 1964 entre el Papa Pablo VI y el patriarca Atenágoras, celebrado en un gesto por poner fin a la división entre ambas iglesias.
Pablo VI y Atenágoras "se deshicieron del temor que había prevalecido durante un milenio y mantuvieron a las antiguas iglesias de occidente y oriente distanciadas", señaló Bartolomeo, quien lidera a 300 millones de feligreses de la iglesia cristiana ortodoxa.
"Así es que aquí estamos, vuestra santidad, como sus sucesores, siguiendo sus pasos y honrando sus actos heroicos", añadió. Francisco, por su parte, también dijo querer dejar de lado los recelos del pasado. Antes de llegar a Israel, Francisco visitó ayer un campo de refugiados palestino al cierre de su visita a Cisjordania. Allí escuchó a los jóvenes residentes que tocaron música en su honor y le relataron cómo es su vida allí.
"No dejen que el pasado detenga su futuro. La violencia no es el camino", les dijo a los jóvenes a través de un intérprete en el campo de Deheisheh, a las afueras de la ciudad bíblica de Belén, donde antes había celebrado una misa.
Hoy, el Papa Francisco se reunirá con líderes musulmanes y judíos, además de tener un encuentro con el presidente Peres y al jefe de gobierno israelí Netanyahu.
Por Claudio Berón