El Papa Francisco fue postulado como candidato a recibir el premio Nobel de la Paz, anunció ayer el director del Instituto Nobel de Oslo, Geir Lundestad, al presentar la lista de los 278 nombres elegidos.
El Papa Francisco fue postulado como candidato a recibir el premio Nobel de la Paz, anunció ayer el director del Instituto Nobel de Oslo, Geir Lundestad, al presentar la lista de los 278 nombres elegidos.
La candidatura se conoce pocos días antes de que el Papa argentino cumpla, el próximo 13 de marzo, el primer aniversario de su pontificado.
La comisión Nobel reducirá la lista a una docena de nombres antes de fines de abril y finalmente el elegido será anunciado el 10 de octubre en Oslo.
Entre los candidatos también se encuentra el presidente ruso, Vladimir Putin, quien si bien fue elegido por su rol en la crisis siria actualmente atraviesa un conflicto con Ucrania que podría desatar una guerra en Crimea.
El Papa argentino también jugó un rol central en la crisis siria con varias acciones que ayudaron a frenar la intervención militar de los Estados Unidos en el conflicto.
Entre los postulantes al Nobel de la Paz de este año también figura Edward Snowden, ex contratista de la CIA que divulgó una red de espionaje de los Estados Unidos a nivel global y ahora está refugiado en Rusia.
"No soy un Superman". Con motivo de cumplirse el primer aniversario de su pontificado, que se conmemorará el jueves 13, el Papa Francisco brindó una entrevista al diario italiano Corriere della Sera en la que dijo que pintarlo "como si fuese una especie de Superman, una especie de estrella" le resulta "ofensivo" y que "el Papa es un hombre que ríe, llora, duerme tranquilo y tiene amigos como todos. Es una persona normal", se definió en la entrevista.
En ese marco, dijo que le "gusta estar entre la gente, junto a los que sufren, y andar por las parroquias" y rechazó "las interpretaciones ideológicas, una cierta mitología del Papa Francisco".
La entrevista fue realizada por el director del Corriere Della Sera, Ferruccio de Bortoli, quien desde 2009 está al frente del prestigioso diario milanés, y también lo dirigió entre 1997 y 2004.
La nota incluye algunas opiniones ya conocidas del Papa argentino, pero agrega algunos detalles inéditos como —por ejemplo— los contactos fluidos y un intercambio de cartas con el presidente de China, Xi Jinping.
Francisco dijo que en marzo del año pasado "no tenía ningún proyecto para cambiar la Iglesia. No me esperaba, por decirlo de alguna manera, esta transferencia de diócesis".
"Empecé a gobernar buscando poner en práctica todo lo que había surgido en el debate entre los cardenales de las diversas congregaciones. Y en mis acciones espero contar con la inspiración del Señor", contó.
En un concepto ya conocido, dijo que no le molestó que lo acusaran de marxista, sobre todo en Estados Unidos, tras la publicación de "Evangelii Gaudium" y, aunque aclaró que nunca compartió la ideología marxista, "porque es falsa", conoció a "muchas personas buenas que profesaban el marxismo".
Sobre los desafíos actuales de la familia, el Papa dijo que "atraviesa una crisis muy seria", y agregó que "es difícil formar una familia. Los jóvenes ya no se casan. Hay muchas familias separadas, cuyo proyecto de vida común fracasó. Los hijos sufren mucho. Y nosotros tenemos que dar una respuesta".
En relación al sínodo de octubre que analizará la cuestión, Francisco dijo que la iglesia debe "evitar quedarse en la superficie del tema. La tentación de resolver los problemas desde la casuística es un error, una simplificación de cosas profundas" y expresó que "a la luz de esa reflexión profunda que podrán afrontarse seriamente las situaciones particulares, también la de los divorciados".
En la entrevista, el primer pontífice latinoamericano asegura que acordó con el papa emérito Benedicto XVI que participe activamente en la vida de la Iglesia.
"No es una estatua de museo", aseguró Francisco al referirse a su predecesor, al que "admiré por su sabiduría", que es "un don de Dios", dijo.
Confesó que cuando fue elegido "no tenía ningún proyecto para cambiar la Iglesia" y que está aplicando las sugerencias de los cardenales presentadas durante las reuniones previas al cónclave para la elección del sucesor de Benedicto XVI.
Como anécdota el Papa confesó que tuvo una novia a los 17 años y que cuando estaba en el seminario una chica le hizo "girar la cabeza durante una semana", contó. "Eran cosas de jóvenes. Hablé luego con el confesor", explicó con una gran sonrisa.