La ex empresa textil Plenit de Carreras, recuperada históricamente por sus trabajadores tras la quiebra, produce mucho más que con su anterior propietario privado y ya recuperó 70 puestos de trabajo que en febrero de 2013 habían perdido su relación laboral. El cierre de la compañía generó un caos en esta población de dos mil habitantes del departamento General López, a 120 kilómetros de Rosario.
La empresa Plenit era la principal fuente de trabajo local y el 14 de febrero de 2013, cuando los trabajadores asistieron a su jornada habitual, encontraron las puertas cerradas. "Después de reunirnos con el Ministerio de Trabajo, la empresa quedó cerrada por una semana, y luego volvieron al trabajo", resumió el asesor legal de la actual Cooperativa de Trabajo, Miguel Buljubacich.
El hecho generó zozobra en la comunidad ya que el 40 por ciento de la población se encontraba directa o indirectamente vinculada con ese emprendimiento. Buljubacich señaló que "a medida que continuaba ese período de gestiones encontramos con que la situación de la empresa era peor de la que imaginábamos, iba camino a la quiebra".
En un trabajo conjunto entre los trabajadores, la comuna de Carreras y el Estado nacional, la situación se fue destrabando de a poco. Según el asesor legal de la Cooperativa Textil Carreras "hubo dos elementos que fueron fundamentales: el primero, un grupo de trabajadores preocupados que decidieron solidariamente conformar una cooperativa _dijo Buljubacich_, y el segundo, Germán Battista, presidente comunal de Carreras. Si hubiera faltado uno de esos elementos, la cooperativa no se hubiese formado y hoy la fábrica estaría cerrada".
Buljubacich insistió en remarcar los méritos del presidente comunal en las diligencias realizadas ya que "fue quien hizo las gestiones ante el Inaes, habló con los juzgados, con la gente de la Gerencia de Empleo. Llegó a hablar con la jueza y lograron que la planta, cuando cerró en diciembre, no se clausure. Eso es todo gestión, mientras los trabajadores trabajaban solidariamente", definió.
El look out es el momento en que el empleador decide cerrar las puertas de la fábrica y detiene la producción. Desde ese día los trabajadores decidieron instalarse y luchar en defensa de sus fuentes de trabajo. "No es una fecha para festejar, pero si para tener en cuenta porque fue donde se inició la cuestión", dijeron los trabajadores. Para Buljubacich, "el germen de la cooperativa fue el momento en que los trabajadores se dieron cuenta y empezaron a trabajar solidariamente".
Actualidad.Respecto a la situación productiva actual de la cooperativa, Buljubacich señaló que "desde julio a la fecha pudieron mantener la fuente de trabajo y sus ingresos. En algunos meses los superaron. Hay meses mejores que otros, pero nunca cobraron menos de lo que cobraban con la patronal".
El apoyo del gobierno nacional fue indispensable como respaldo a la iniciativa. "Que hayan llegado funcionarios de la talla de Capitanich significó que estábamos haciendo las cosas bien, que trabajamos en serio", plateó el abogado.
Hoy la visión de la cooperativa es absolutamente diferente. El acuerdo marco firmado con la empresa Fabricaciones Militares dependiente del Ministerio de Defensa de la Nación para la confección de fundas para chalecos antibala genera nuevas expectativas respecto a las fuentes de trabajo y acarreará un aumento en la producción más que considerable.
"Próximamente se harán las correspondientes pruebas técnicas y físicas para Fabricaciones Militares donde hay muchas posibilidades. Incluso la cooperativa está pensando en una marca propia. Se está viendo la posibilidad de que aprendan a cortar para poder confeccionar las prendas en su totalidad", agregó.
Finalmente Buljubacich remarcó que "no es cierto que por no trabajar bajo patrón o con extremo rigor, baja la producción. Antes tenían bastantes cuestiones disciplinarias fuertes y eso se relajó. Ya demostraron que ahora se produce mejor y más".