El lector José F. Cabello ha publicado una carta titulada "Fuegos demasiado estruendosos". Los vecinos de la zona de Rivadavia y Oroño somos testigos de esa contaminación auditiva autorizada por la Municipalidad. Vivimos en la zona VIP del sueño catalán de esta pésima administración, y por eso pagamos la TGI más alta. Las calles están sucias, las braserías humean constantemente, la "batucada de Lifschitz" impide que podamos sostener un diálogo con las ventanas abiertas, festivales de bombas de estruendo... Mientras tanto, Lifschitz adelgaza y se autopostula para gobernador, no falta a ninguna inauguración o lugar donde sacan fotos, dice que no habrá obras públicas y luego se desdice, sic. Nos preguntamos: ¿por qué no deja de hablar y se dedica a gobernar de una buena vez? En nuestra zona se pueden ver, cuando no hay quemazones en las islas, grasa chorreada por las paredes de braserías socialistas, humo saborizado sin control, batucadas y bombas, contenedores rebalsados de basura, excrementos de perros en las veredas... Los funcionarios y ñoquis del partido ¿no ven eso? ¿dónde están? No miremos a Barcelona, pongamos el ejemplo de Puerto Madero. Allí las chimeneas de las parrillas tienen dispositivos para parar el humo repugnante y contaminador. ¿Será que es más barato coimear a algún inspector o funcionario? Invitamos a los vecinos a emitir sus quejas, de esta manera puede ser que Lifschitz tome conciencia de su inoperancia y falta de inteligencia. Tal como está gobernando hoy va a perder cualquier elección, hasta la de la presidencia de una simple vecinal.