El Concejo sumó ayer la tercera edición en la discusión por el resarcimiento que piden los vecinos inundados en diciembre pasado. No sólo no hubo acuerdo sino que oficialistas y opositores terminaron con sendas conferencias de prensa para explicar que los divide un tema infranqueable como pocos: de dónde sacar los fondos que a cuatro meses de la tragedia siguen reclamando los afectados.
Para los representantes del Ejecutivo y sus aliados tácticos, hay que atar los subsidios a las arcas de la provincia y la nación, con más razón, a esta última. En esta línea, además de Manuel Sciutto, Miguel Zamarini, Viviana Foresi y Pablo Colono, se enrolaron Daniela León, Aldo Pedro Poy, Roberto Bruera, Gonzalo del Cerro y Oscar Greppi, presidente de la meneada comisión de Presupuesto que viene tratando el tema desde el martes.
Para quienes se consideran opuestos a este criterio, la ayuda debe llegar ya, puede tener la forma de un subsidio y el Ejecutivo tendría las manos libres para cuantificarlo después de relevar a todas las zonas de la ciudad afectadas. Esta postura fue el bastión de María Eugenia Schmuck, Jorge Boasso, Héctor Cavallero, María Fernanda Gigliani, Roberto Sukerman, Norma López, Diego Giuliano, Osvaldo Miatello, Alberto Cortés, María Julia Bonifacio, Rodrigo López Molina, Alejando Roselló y Laura Weskamp, quien insistió con la basura como causa concurrente de la inundación.
En igual sentido abundó Cavallero, quien trajo a la discusión una carta que envió a la intendencia 24 horas antes de que el agua entrara a las viviendas, en la que decía que la basura había ganado la ciudad. Pero no fue la única prueba. León exhibió un proyecto que el senador Rubén Giustiniani presentó el día después del desastre en el Congreso. El escrito decía que si bien "las autoridades locales y provinciales habían puesto en marcha los mecanismos previstos para atender, la magnitud de la situación requiere la necesaria asistencia de los organismo nacionales".
"La ayuda nunca llegó", tronó León en una previsible analogía con lo ocurrido en La Plata. El proyecto buscó desarticular el argumento de quienes creen que ya es tarde para lágrimas y la Municipalidad debe asumir una respuesta económica, más allá de cual sea el arca que la provea.
Justamente ese eje fue uno de los ojos de tormenta del debate. Las declaraciones de la intendenta Mónica Fein desligando de responsabilidad en la inundación, fueron una cita recurrente en el debate: "una provocación", dijeron los ediles que impulsan subsidiar a los inundados.
Sin acuerdo.Cuando los dos sectores coincidieron en que no iban a bajar sus argumentos, a favor de un proyecto con despacho, dieron por concluida la reunión y llamaron a conferencia de prensa por separado.
Los 13 ediles opositores anunciaron que se autoconvocaban para una sesión extraordinaria el próximo miércoles. El objetivo será poner la lupa a fondo en todos los expedientes que hayan visto la luz en el Concejo sobre el tema hídrico. Además fundamentaron la decisión en el artículo 25, inciso B, del reglamento interno que rige el Cuerpo.
El interbloque oficialista, por su parte, insistió en que ponen a disposición de los afectados en los 12 barrios que sufrieron el agua, una línea de crédito del Banco Municipal a tasa subsidiada, y prometen potenciar gestiones nacionales y provinciales para otras herramientas, como fondos anticíclicos. Además, restaron legalidad a la sesión autoconvocada. "No van a poder dar despacho", señalaron.
Como contrapartida, Cortés no pasó por alto un dato duro: hay inundados que ni pueden tomar un crédito, tienen tan poco que pierden más que cualquier otra familia, aseguró, Y volvió al eje del conflicto: subsidiar el dolor.
Financiamiento
El mismo día que la capital provincial amaneció con barrios anegados, los funcionarios municipales defendieron las obras realizadas en los últimos 18 años para proteger a Rosario de posibles inundaciones e insistieron en la necesidad de acelerar la construcción de la primera fase del Aliviador III y obtener financiamiento de las obras.