San Martín de Tucumán y Central protagonizarán el domingo 90 minutos a pura adrenalina, con el cuchillo entre los dientes, dejando la piel en cada pelota dividida y con un marco de público que convertirá a La Ciudadela en una verdadera olla a presión. Ayer el presidente auriazul Horacio Usandizaga definió a la perfección la trascendencia del encuentro y todo lo que hay en juego. "Nunca un partido de fútbol es una guerra. Lo que pasa es que como dijo alguna vez el anterior entrenador, Gustavo Alfaro, los nuestros tienen que ser como soldados y como si fueran a una guerra en el sentido simbólico de la palabra. Tienen que ir a pelear por los puntos, pero con armas legítimas, con buen fútbol y corriendo. Le tengo mucha fe al equipo. Estoy convencido de que Central sacará un buen resultado, y eso no es empatar sino ganar", afirmó ayer el mandamás canalla en el Gigante de Arroyito.