Cuando aún no se había acallado el eco de los debates en la Cámara de Diputados,
donde en la madrugada de ayer la mayoría dio media sanción al proyecto del matrimonio entre
personas del mismo sexo, tanto la Iglesia Católica como rabinos judíos salieron a defenestrar la
resolución que celebraron los grupos de defensa de los derechos de los homosexuales.
La Iglesia Católica consideró ayer "muy grave" el avance parlamentario del
proyecto de ley sobre matrimonio entre personas del mismo sexo, al advertir que "no constituye
ningún progreso" y que "va a cambiar de manera revolucionaria el concepto de sociedad y de
familia".
"Se trata de una revolución conceptual y cultural sobre la cual la Iglesia no
está de acuerdo", aseveró el obispo Antonio Marino, a cargo de seguir las cuestiones legislativas
para la Conferencia Episcopal Argentina.
El prelado platense aseguró, sin embargo, que "lo más grave es la posibilidad de
que estas parejas puedan adoptar niños".
"La reingeniería conceptual para llamar matrimonio a otras realidades que no lo
son, nos parece grave. Matrimonio viene de mater, madre, mujer que se une con un varón, de un varón
que se une con una mujer. Que se equipare este concepto nos parece muy serio", subrayó.
Marino sostuvo que permitir la adopción de parejas del mismo sexo "es negar la
evidencia científica y quitarle al niño el derecho a crecer y desarrollarse en su dimensión
psicosexual, que requiere de la presencia masculina y femenina".
"Siempre debe primar el bien superior del niño, criterio rector de la Convención
sobre los Derechos del Niño. Y si hay cuestiones médicas o psicológicas todavía por comprobar, no
se puede estar experimentando con el bien superior del niño", precisó.
Por su parte, el rabino Samuel Levin rechazó la iniciativa y tachó de "escándalo
espiritual" que el Parlamento debatiera una ley de este tipo. "¿Cómo un diputado puede levantar la
mano para legalizar una extorsión humana que puede destruir todo lo que es la familia?", se
preguntó en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias, con sede en Buenos Aires.
Recién el 15 de junio. El proyecto deberá pasar por las comisiones de
Legislación General, de Justicia y de Familia antes de llegar al recinto, un periplo que demandará
entre cinco y seis semanas, sin contar la del Bicentenario, en la que no habrá sesiones. recién
llegará al recinto para ser votado el 15 de junio.
Con respecto a la intención de voto de los senadores santafesinos, el socialista
Rubén Giustiniani votará a favor del proyecto, en sintonía con su partido, que respalda el proyecto
de Silvia Augsburger, mientras que los justicialistas Carlos Reutemann y Roxana Latorre aún no
decidieron cómo lo harán, según informaron ayer sus colaboradores a La Capital.
El proyecto fue aprobado por 126 votos a favor, 109 en contra y cinco
abstenciones, entre ellas la diputada radical Lilita Carrió y la legisladora del PRO Gabriela
Michetti.
La encargada de defender el dictamen de mayoría, la diputada nacional Vilma
Ibarra (Nuevo Encuentro), afirmó que el proyecto "otorga derechos a quienes los tenían
restringidos" y protege legalmente a los niños adoptados por homosexuales.