Cabandié, otro digno ejemplo de la intolerancia “K”, ahora resulta que es un héroe que se bancó la dictadura, como habrá hecho a tan temprana edad. Es evidente, a juzgar por el video, que actúa prepoteando a una agente, aprovechándose de su cargo como diputado y de su condición de hombre, de una manera autoritaria, grosera, maleducada. Con términos patoteriles impropios en boca de un servidor público, claro que es de orientación K y eso lo encasilla dentro de todo lo que signifique violencia y soberbia. Ahora para salvar sus ropas cobardemente enloda la dignidad de la agente, diciendo que lo quisieron coimear. Si actúo así por no tener el seguro en vigencia, me imagino que de ser presionado para una coima, se hubiera comunicado ya no con el tal “Martín” sino con la mismísima Cristina (otra heroína de la dictadura). Entonces digo que le cabe la infracción por circular contraviniendo las leyes, desacato calificado, siendo él un representante legislativo doble pena, violencia de género, intimidación y abuso de autoridad, comprobar a esa hora con quién se comunicó y dar a luz quién es Martín. Si fuera cierto lo que se supone, tráfico de influencia y utilizar los fueros para que todo estos delitos sean posibles. Yo le recomendaría ponerse una campanita en el cuello para hacer campaña y lo veo más de caperucita que de lobo feroz. Y le quiero recordar que ser hijo de desaparecidos no califica y si se está bancando a los secuaces que tiene alrededor como compañeros de ruta que quieren arruinar el país, es su problema.