El ministro de Economía, Sergio Massa, confirmó hoy que continúan las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la reformulación del programa vigente y que en las negociaciones está presente el impacto que la sequía provocó en las reservas internacionales.
“Ayer tuvimos varias reuniones con el FMI y saben que Argentina tiene un ancla que el gobierno anterior dejó y condiciona desarrollo”, expresó Massa esta tarde durante un acto en el que la automotriz Ford.
“Hablamos -con el FMI-, de las importaciones, la balanza comercial y el fortalecimiento de las reservas, y de alguna manera aparecía el daño que la sequía nos ha generado en las exportaciones de este año”, detalló Massa.
Se espera que dentro de unos días, cuando finalicen las negociaciones virtuales con el FMI, una delegación del equipo económico argentino se dirija a Washington para avanzar con el cierre del entendimiento.
El vicepresidente del Banco Central, Lisandro Cleri; el secretario de Política económica, Gabriel Rubinstein; y el director del Indec, Marco Lavagna, son los designados por el ministro de Economía para llevar adelante las negociaciones.
Ellos continuarían con las discusiones técnicas con el staff del Fondo Monetario, para lograr avanzar con una reformulación del programa de Facilidades Extendidas de tres años y medio de duración, en el contexto de una histórica sequía que provocó pérdidas por al menos 18.000 millones de dólares.
Estaba previsto inicialmente que los funcionarios viajen hacia la capital de Estados Unidos entre el 12 y el 14 de junio, aunque esa fecha podría retrasarse para encarar la “discusión de la última milla” con el FMI, según las palabras que Massa utilizó en su último viaje a China, al referirse a la misión argentina.
Asimismo, se especula con que Massa viajaría recién sobre el final de las negociaciones, con el 20 de junio próximo como fecha estimativa. Estas negociaciones se dan en el marco de que, el 21 y el 22 de junio, se producen vencimientos de deuda con el organismo por casi u$s 2.700 millones.
Si todo sale bien, se espera que Argentina reciba el próximo desembolso y logre además un adelanto de dinero para lo que resta del año, que en total superan los 10.000 millones de dólares.
En paralelo, el FMI afirmó que trabaja “fuerte y muy estrechamente con Argentina” para reformar el programa vigente, según indicó el jueves pasado la vocera del organismo, Julie Kozack, en el marco de la conferencia de prensa periódica que suele brindar en Washington, al referirse a la marcha de las negociaciones virtuales que se encuentran en curso por la quinta revisión del programa con el organismo.
“El FMI continúa las conversaciones con las autoridades argentinas sobre el fortalecimiento del programa del país”, dijo, tras lo cual agregó que “los equipos están trabajando duro”.
Kozack también volvió a admitir que el país atraviesa una situación muy compleja y que ello es consecuencia directa de la sequía, y ponderó el canje de deuda implementado, al referirse a las distintas iniciativas puestas en marcha para tratar de afrontar la coyuntura.
¿La FED frenará la suba de tasas?
El Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos comenzó su reunión de junio, en coincidencia con la divulgación del dato de inflación de mayo en ese país, donde se espera que defina si, después de casi un año y medio, pone un freno a la suba ininterrumpida implementada en las tasas de interés.
El consenso del mercado es que los funcionarios harán una pausa en su agresiva campaña de ajuste de tasas, para tener más tiempo para indagar en cómo está afectando a la economía la política que llevó adelante en los últimos dieciséis meses para frenar la inflación.
La incertidumbre sobre cuánto se ajustarán las condiciones crediticias ha reforzado el argumento de una pausa, según la Encuesta de Expectativas del Consumidor que la FED de Nueva York realiza mensualmente. En ese sentido, las expectativas de inflación a corto plazo de los consumidores estadounidenses cayeron el mes pasado a su nivel más bajo en dos años luego de que empeoraran sus perspectivas para las finanzas personales y las condiciones crediticias.