Luciano Laspina, rosarino, diputado nacional por el PRO, se lanza a caminar Santa Fe. Buscará "construir una alternativa de cambio, equipos y programas de gobierno, y también una oferta electoral competitiva". Así lo definió ayer, en exclusiva para LaCapital, en su búnker del cuarto piso del anexo en Diputados. Las oficinas de la presidencia de la comisión de Presupuesto, el cargo clave que ejerce. La presentación formal será mañana, y contará con el acompañamiento del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, entre otros legisladores, funcionarios y militantes del partido amarillo.
Todo indica que su nombre irá a la cabeza de la propuesta Cambiemos Santa Fe, en 2017, buscando renovar la banca. "La idea es comenzar ahora y no sacarnos una foto con cuatro técnicos dos semanas antes de las elecciones", definió.
—Rogelio Frigerio y Marcos Peña, justamente, se sacaron una foto en el Comité Nacional de la UCR, con el presidente de ese partido, el santafesino José Corral; ¿hay una disputa con el socialismo en Santa Fe para ver quién se queda con la UCR?
—En la provincia tenemos un gobierno opositor, el socialismo, y a su vez tenemos al presidente del partido socio principal del PRO en Cambiemos. Es una situación particular. El frente que gobierna Santa Fe deberá ir viendo cómo sigue. Formamos la mesa de Cambiemos, ahora hay que darles tiempo a los radicales de la provincia a que se vayan reacomodando.
—En 2015 se discutió kirchnerismo sí o no. Pero se presume que en 2017 el debate será Macri sí o no, atado a la suerte del gobierno actual, ¿se prepararon para lo que viene?
—En 2017 habrá cierto espíritu plebiscitario, y estamos confiados que nos darán el respaldo. Se ve una forma distinta de gobernar, diálogo, correcciones. Y más allá de las dificultades en la transición del régimen económico anterior que iba al colapso. También la gente va a valorar los beneficios de las tareas duras en el plano económico que estamos llevando adelante.
—Santa Fe tiene una situación delicada en la producción, caída de la actividad económica, Rosario con 11,7 por ciento de desocupación; hay que ponerle mucho credo a este plan económico para sentir que se va a salir?
—Los problemas de la provincia vienen de antes, el desempleo se medía mal en la etapa anterior. Santa Fe tuvo políticas negativas, tipo de cambio atrasado, alta inflación; cuando las reformas se pongan en marcha Santa Fe será beneficiada.
—El método para bajar la inflación, altísimas tasas de interés, ¿no trae más problemas que beneficios?
—Todo lo contrario. No estamos haciendo una estabilización populista, con dólar fijo, precios, salarios y tarifas congeladas. Nuestra receta puede llevar más tiempo, pero garantiza que no explotará todo por el aire. En el tema tarifas nos pasó que destapamos el velo de la mentira. Se subsidiaba al sector más rico de la población.
—Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia obligó a rediscutir las tarifas.
—Nosotros no discutimos los fallos, los acatamos. Vimos una emergencia, aplicamos una tarifa, la Corte tuvo una mirada diferente, nos parece un camino constructivo. Vamos a tener una discusión tarifaria para esclarecer y corregir.
—El Presupuesto de 2017 (se empieza a discutir en los próximos días) ¿qué prevé en crecimiento, inflación y dólar?
—Pensamos que vamos a un crecimiento de entre 3 y 4 por ciento, inflación cercana al 17 y un dólar acompañando la inflación.
—Hay muchos actores económicos en Santa Fe alarmados por el aumento de las importaciones, ¿ven esa situación, se proponen cambios?
—La economía no se puede abrir a las importaciones de manera boba, pero tampoco dejar todo cerrado. Nosotros, como Estado, tenemos que hacer los deberes para preparar a nuestro sistema productivo para que, gradualmente, pueda competir.
—Este año se prevé una caída en el PBI, ¿por qué?
—Hicimos la tarea sucia de sacar la tierra debajo de la alfombra, desactivamos una crisis, aunque sea contrafáctico decirlo. Siempre ocurrió que después de los populismos sobrevienen las grandes crisis.
—Sin embargo, la última gran crisis (en 2001) no sobrevino después del populismo, más bien lo contrario.
—Sería una discusión semántica, pero digo que se utilizó un tipo de cambio fijo y explotó.
—El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y también el propio presidente Macri, dijeron que los salarios en la Argentina son relativamente altos, ¿se proponen bajarlos?
—Hay algunos empresarios que creen que hay que aumentar el tipo de cambio y así provocar una caída en los salarios. Nosotros no creemos en eso; sí creemos en trabajar en los factores reales que tienen que ver con la competitividad: costo logístico, carga tributaria, costo financiamiento. Cosas que ya venimos dando soluciones. Nos proponemos subir la productividad pero no a partir de la baja del salario. Sería como pretender curar a un paciente cortándole un brazo.