La inflación de los trabajadores se ubicó en el 4,7% en mayo, desacelerándose en 4,5 puntos respecto a los valores de abril, según la última medición del Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (Umet) y el Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD). El informe detalla que la desaceleración estuvo asociada a la fuerte caída del consumo y la estabilidad del dólar oficial.
Asimismo, el análisis advierte que “en los primeros cinco meses de 2024 la inflación acumula un 79,2%, mientras que en los últimos doce un 291,2%.
El informe señala que de modo similar a los últimos cuatro meses, la desaceleración de la inflación en mayo estuvo asociada a dos factores: la estabilidad del dólar nominal (que volvió a subir en torno al 2% mensual) y la fuerte caída del consumo.
El director ejecutivo del CCD y ex ministro de Educación, Nicolás Trotta, describió que “el gobierno está siendo exitoso en desacelerar lo que se ocupó en acelerar brutalmente ni bien asumió cuando devaluó más del 118%, y lo está haciendo esencialmente con la misma herramienta que tanto critica, que es el cepo y el control cambiario".
En rigor, puntualizó que el gobierno !aceleró la inflación con una brutal devaluación y ahora la está desacelerando a través de un anclaje del tipo de cambio, del cual el mercado empieza a desconfiar". Y, por otra parte, Trotta explicó que "logra esa desaceleración sobre la base de un ajuste brutal, que pone en riesgo de depresión económica a la Argentina con potenciales conflictos socioeconómicos, como los que puede ocasionar una descomunal alza del desempleo”.
La inflación de mayo estuvo motorizada por Educación, que trepó 7,5%, producto de alzas en cuotas de colegios. Le siguieron Vivienda (7,2%), traccionada por alquileres y agua, y Comunicaciones (7%), impulsada por subas en servicios de internet y telefonía celular. Los alimentos y bebidas, principal rubro de la canasta, treparon por debajo del nivel general (3,7%), lo que se explica principalmente por bajas en la mayoría de las frutas por razones estacionales. El resto de los capítulos también subió por debajo del nivel general: es el caso de Equipamiento y mantenimiento del hogar (4,6%), Transporte (3,9%), Recreación y cultura (3,7%), Indumentaria y calzado (3,2%), Otros bienes y servicios (2,9%) y Salud (1,4%). En este último caso, el retrotraimiento de precios de las prepagas explica por qué las subas fueron acotadas.
El consumo y el tipo de cambio
Por su parte, el coordinador general del IET, Fabián Amico, explicó que “la clave del proceso de desaceleración está fuertemente asociada al ancla nominal del tipo de cambio oficial, basada en un crawling peg mensual en torno al 2%". Esto explica la fuerte desaceleración de la inflación de alimentos y bebidas, aunque también contribuyeron los precios de los productos estacionales. Los factores de impulso, en cambio, están asociados a la inflación de servicios públicos y privados regulados, como educación, vivienda y comunicaciones".
En síntesis, Amico consideró que "la desaceleración parece alcanzar sus límites en la medida en que resulta cada vez más complicado sostener el ancla cambiaria mientras al mismo tiempo los factores de impulso, como la inflación de servicios, volverían a presionar en junio con los fuertes aumentos ya programados de servicios públicos”.
Comparación con otros países
En la segunda parte del informe, los especialistas del IET analizaron qué tan cara está Argentina en dólares. “Para ello, se toman datos de precios del sitio Numbeo, que recopila miles de precios de más de 50 bienes y servicios en distintos lugares del mundo. Los resultados arrojan que Argentina es un país barato en dólares si tomamos la cotización MEP del dólar, y en torno a mitad de tabla si se toma el dólar oficial. Cuando se desagrega por tipo de productos, se observa que Argentina tiende a ser más cara en bienes y más barata en servicios”, explica el documento.
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Por último, el informe destaca que “si bien el nivel de los precios es una variable muy relevante a la hora de hacer comparaciones entre países, para medir calidad de vida se debe también incorporar la dimensión de los ingresos. Tomando datos de la misma fuente, se muestra que a nivel salarial Argentina también está de mitad de tabla para abajo en los países analizados, lo que supone que el relativamente bajo costo en dólares de la canasta no tiene un correlato en un poder adquisitivo alto”.